Altar al aire libre, lágrimas en la ceremonia y siete horas de baile: así fue la boda de Kiko Matamoros y Makoke

  • La pareja se daba el `sí, quiero´tras 18 años de relación en el verano de 2016

  • El momento más emotivo de la ceremonia fueron las palabras de Anita Matamoros, la hija en común de la pareja

  • Diego y Laura Matamoros, los hijos del novio, fueron los grandes ausentes de la celebración

Aunque Kiko Matamoros se encuentra actualmente en plenos preparativos de su boda con Marta López Álamo, lo cierto, es que para el colaborador sería su tercera boda. En 1984 se casaba por lo civil con Marian Flores de quien se separaría años más tarde. En 1999 Kiko Matamoros y Makoke empezaron su relación sentimental que terminó en matrimonio en el año 2016. La boda se celebró en el Castillo del Soto de Viñuelas, rodeados de más de 250 invitados entre los cuales destacaron las ausencias de Laura y Diego Matamoros, dos de los hijos del novio.

Los vestidos, las joyas, el velo, el baile, el menú... recopilamos todos los detalles de la boda de Kiko Matamoros y Makoke. 

El castillo, la ceremonia y el menú

Tras 18 de relación, alguna que otra crisis y una hija en común, Kiko Matamoros y Makoke se daban el `sí, quiero´ el 16 de septiembre del 2016 en el Castillo del Soto de Viñuelas, ubicado a las afueras de Madrid. Un entorno inigualable en el que tanto la ceremonia como el coctel y el convite se celebraron al aire libre. 

La ceremonia tuvo lugar en la impresionante cúpula que hizo las veces de altar rodeados del parque natural de la zona. Una impoluta alfombra blanca decorada con pétalos rojos enmarcaba el camino que recorrieron los novios, junto a sus correspondientes padrinos para darse el tan ansiado `sí, quiero´. 

Anita Matamoros, la única hija en común de Kiko y Makoke, visiblemente emocionada dedicaba a sus padres unas cariñosas palabras de amor, respeto y admiración que hicieron llorar a más de uno. 

La pareja estaba pletórica tras el intercambio de anillos, uno de los momentos más emotivos del enlace. Tras la ceremonia ofrecían a sus invitados un coctel de comida asiática y marroquí, un extenso surtido de quesos y el mejor de los jamones cortado a cuchillo. Una vez sentados a la mesa, los novios e invitados degustaron crema de puerro y trufa, seguido de una ensalada de bogavante, sorbete de mandarina, solomillo a la broche y tarta nupcial.

Kiko y Makoke siempre hacen todo a lo grande, y su boda no podía ser menos. El baile duró más de 7 siete horas. 'Felicitá’, `Será porque te amo' e incluso `My Way´de Frank Sinatra interpretada por el mismísimo novio, fueron el preludio a la llegada de DJ Nano, quien hizo las delicias de los asistentes más bailongos. 

Dos vestidos y dos grandes ausencias

Como manda la tradición desde hace años en las bodas de los famosos, no hay un gran secreto sino dos. Para semejante ocasión, Makoke optó por dos vestidos a cada cual más bonito. Durante la ceremonia y el convite la novia lució un Pronovias, elegante, clásico y eterno, uno de esos que no pasan de moda. No obstante, lo customizaron a gusto de Makoke. Al diseño original le añadieron mangas, espalda de encaje y más cola. El velo estaba hecho de seda natural y diseñado por Rosa Carboné. 

Con un maquillaje muy natural optó también por joyas discretas y románticas, unos pendientes y tiara del siglo XIX. Para el pelo también optó por algo muy natural e inspirando en Bridgit Bardot, un estilo romántico que necesito más de 300 gramos de extensiones que llegaron directamente desde Rusia. ¿Para los pies? Semejante look sólo podía combinar con una Jimmy Choo.

Tras el convite, las fotos y la correspondiente entrega de ramo, Makoke se puso un modelo más cómodo para disfrutar del baile hasta el amanecer. Pedrería, escote y espalda descubierta eran algunos de los detalles el segundo vestido del evento, también de Rosa Carboné. 

Las sorpresas venían a pares en la boda de Kiko y Makoke, dos de las ausencias más sonadas a tal magno evento, fueron las de Diego y Laura Matamoros, los hijos de Kiko, quienes por decisión propia optaron por no acudir el enlace. Por su parte, la hija mayor de Kiko sí le llamó para darle la enhorabuena. Aunque el matrimonio no llegó a buen puerto, lo cierto es que la boda fue una de las más interesante del año.