Taouba llora con fuerza en brazos de su orgullosa madre. Una clara señal de su buen estado de salud, a pesar de sus escasos 1.995 gramos de peso.
La pequeña nació minutos después de su hermana melliza Hidaya, envuelta en la bolsa amniótica intacta, ante la enorme sorpresa de los profesionales que asistían el parto como se puede ver en un vídeo grabado del momento. "Qué monada", decía una de las ginecólogas, que afirma "esto no lo había visto nunca".
Es lo que se conoce como cesárea velada, un extraordinario parto, que solo se produce en uno de cada 80.000 casos. "La mayoría de los ginecólogos pasan toda su carrera sin presenciar un parto de este tipo. Fue muy emotivo", explica Ana Teijeilo, la especialista que practicó la cesárea.
Un momento único y hermoso del que también pudo disfrutar un grupo de estudiantes en prácticas, que presenciaban el parto como parte de su formación.
Como recuerdo, el equipo de ginecólogos ha impreso las placentas en un cuadro.
Los especialistas explican que este tipo de nacimiento es imposible de predecir, ya que no se aprecia en las ecografías y no se puede detectar hasta que no se extrae el bebé.
Más allá de la curiosa imagen, este parto no supone ningún riesgo para la salud de los neonatos.