Sonia Díaz estuvo a punto de ahogarse junto a su hijo pequeño el fatídico 29 de octubre del año pasado en Alfafar, en una de las zonas más castigadas por la riada mortal en la provincia de Valencia, según informa Sandra Pons, donde aún siguen desaparecidas tres personas.
Ella, el niño y su marido, sin una casa y sin negocio, se quedaron "con lo puesto y en la calle, sin dinero". Después de sobrevivir a la tragedia, y como otras tantísimas personas de los municipios cercanos, ha decidido retomar la vida con mucha fuerza.
Loli, ahora su socia, le propuso empezar de nuevo y ambas abrieron un establecimiento hostelero cuyo nombre no pasa desapercibido, les recuerda lo que han pasado y les anima a afrontar con ilusión el futuro: 'La Dana Bar'.
Esta cafetería ha salido a flote gracias a la solidaridad de la gente puesto que todo el mobiliario es donado. "Nos hemos ayudado todos porque era la única manera en estas circunstancias de salir adelante", dice una clienta.
Refiriéndose a la DANA, una agradecida y sonriente Sonia subraya que "no ha podido con nosotros, estamos aquí y vamos a luchar". Ya llevan un mes con las persianas levantadas. Con ganas de abrir por mucho tiempo, pero nunca olvidar.
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