Este 28 de enero se cumplen tres meses de la DANA que dejó a Valencia señalada en la historia y seguimos encontrando testimonios desoladores como el de Juan. La riada inundó casi por completo su casa de Paiporta, un inmueble inhabitable que no puede abandonar. 

Han pasado 90 días de la DANA para el mundo, pero para Juan, que malvive en su casa destrozada, todo sigue estancado, como el lodo en su buzón. Los techos están destruidos a la altura que llegó el lodo, también las paredes y la electricidad.

“Han pasado ya tres meses y fijaos cómo aún está mi casa. Estoy viviendo, ya veis, en qué condiciones. Hay ratas, tengo humedad, moho por todas las paredes, en condiciones que yo creo que no se debería ni de estar aquí”, explica.

Juan no tiene una alternativa habitacional y, tres meses después, al igual que muchas más personas, esa casa sigue siendo su día a día.

“Voy a aguantar hasta que pueda porque esto es también lo poco que tengo también de mis padres, que con la humedad que hay ahora mismo, si esto se deja abandonado, esto caerá”, dice.

Reclama “que den las ayudas que tienen que dar, que el seguro responda, que aún no ha respondido y poder levantar esto otra vez”.

Hay miles de viviendas que, sin estar inhabilitadas, no son compatibles con una vida digna, viviendas que se presentan como números que para personas como Juan son su vida y su hogar y necesitan ayuda ya. 

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