El tsunami de agua y barro que arrasó en octubre muchos municipios valencianos marcó para siempre la vida de sus vecinos. La normalidad tardará aún en llegar y para muchas pequeñas y medianas empresas de la zona, posiblemente ya nunca regrese.

Muchas PYMES ya no podrán levantar la persiana nunca más. Siguen sumidas en la incertidumbre y sin ninguna certeza de que la cosa pueda mejorar, se plantean el cierre definitivo o trasladar sus negocios definitivamente, como informa Sandra Pons.

Mas de 34.000 pequeños negocios trabajan para abrir tras la DANA, aunque un 20% podría cerrar definitivamente. Es el caso de Palmira y su horno familiar en Paiporta: "Hay un requisito que es que para cobrar los 5.000 yo tengo que tener abierto por lo menos hasta junio del año que viene. No está abierto. Ni va a estar, ni puede estar", lamenta. Se enfrentaría a una reforma de todas la instalaciones, la electricidad y la fontanería

Francisco tampoco abrirá la tienda de fibra móvil. Ahora solo piensa en arreglar el tendido eléctrico: "Todos los cables se han arrancado, los puentes están arrancados, esto se ha arrancado. Tenemos 5 o 6 tiendas que están destrozadas y creo que no se van a abrir".

Perciben unos 20.000€ en ayudas, cuando necesitarían unos 150.000 para una reconstrucción total, 7 veces mas. 

Muchos se reinventan, otros deciden cerrar la persiana, pero todos se sienten abandonados.

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