Los cementerios de coches tras la DANA en Valencia, una bomba de relojería medioambiental

Los ayuntamientos afectados por la trágica DANA del 29 de octubre insisten en sus advertencias sobre el peligro que suponen los vertederos temporales en los que acumulan objetos, muebles y coches completamente destrozadas por la riada. Acumulándose tras el desastre, en ocasiones además están muy cerca de la población, con el riesgo que ello supone.

Como ejemplo, de los 15.000 coches amontonados uno encima de otro en un desguace improvisado en Paiporta. quedan todavía 10.000 por retirar.

"Por la urgencia se han llevado los coches donde se ha podido o se han tomado decisiones precipitadas", ha señalado la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat.

Aunque están a las afueras de la ciudad, hay preocupación y se ha reforzado la seguridad para evitar robos y ahora también incendios. Igual que en las seis campas que hay en Picanya, con unos 3.000 vehículos que se llevan a cuentagotas.

“Lo que se está haciendo es intentar vaciarlas, llevarse los coches de estas campas provisionales a unas campas de custodia, donde los propietarios ya pueden realizar la gestión que les corresponda, bien reparar o dar de baja o lo que sea", explica Roberto Amoraga, responsable de Comunicación del Ayuntamiento de Picanya.

Los coches que se acumulan tras la DANA, una bomba de relojería medioambiental

Unos 120.000 coches destrozados por la DANA se acumulan en más de medio centenar de vertederos temporales. La delegada del Gobierno de Valencia, Pilar Bernabé, pide a la Generalitat que los traslade cuanto antes a los centros autorizados de tratamiento.

"La solución no es vigilarlas, la solución es retirar los coches de la campas", ha subrayado.

Estos coches son ahora una bomba de relojería medioambiental. “El riesgo en sí mismo es complicado. El problema que tenemos es que hay una cantidad enorme de vehículos que han aparecido en un instante de tiempo y hay que gestionar esa cantidad de vehículos tan enorme", expone ante nuestras cámaras Antonio García, investigador del instituto CMT-Motores Térmicos de la UPV.

Los fluidos peligrosos que contienen, como aceites y combustibles, se pueden filtrar al suelo y contaminar las aguas subterráneas.

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