La explosión de la caldera de la nave de fabricación de embalaje de corcho de plástico en Ibi, Alicante, que provocó tres fallecidos y siete heridos, tres de ellos graves, fue percibida en los alrededores como "un terremoto". De momento, cuatro personas continúan ingresadas con pronóstico reservado.

Así lo ha descrito el alcalde del municipio, Sergio Carrasco, tras presidir junto al subdelegado del Gobierno en Alicante, Juan Antonio Nieves, y el presidente de la Diputación Provincial, Toni Pérez, una concentración de luto a las puertas del Ayuntamiento con tres minutos de silencio, a la que han asistido unos 300 vecinos.

Según ha relatado la gerente de la nave colindante al accidente donde no hubo heridos, la deflagración por la explosión de la caldera de biomasa de la nave de la firma Climber fue sentida en un primer momento "como un terremoto". Pese a eso, la empresa de esta testigo no sufrió daños personales porque cuenta con paredes gruesas de hormigón.

Sin embargo, la onda expansiva sí sacudió con fuerza a las instalaciones situadas a espaldas de Climber, Ibipal, donde falleció un conductor de camiones recibió el impacto de una de las piedras que actuó como metralla al reventar la pared de la empresa.

Uno de los gerentes de Climber ha relatado que la caldera que deflagró funciona con biomasa y produce el vapor necesario para moldear las piezas de corcho blanco (poliestireno expandido, EPS) que venden a clientes de la Comunidad Valenciana y de la Región de Murcia dedicadas al transporte de pescado en frío, fresco y congelado y también de productos agrícolas.

Tras expresar su dolor por los fallecimientos y heridos, este responsable de Climber ha indicado que la caldera accidentada tenía unos 10 años de antigüedad y que sustituyó a dos anteriores que funcionaban con fuel y con gas, sucesivamente, que habían sido relegadas por el incremento del precio de estas dos fuentes energéticas. La actual empleaba biomasa, un elemento más barato y procedente de restos de pino.

Durante la mañana de este jueves, inspectores de Trabajo y de Industria y personal de los seguros han recorrido el interior de la nave siniestrada para la elaboración de sus informes.

El alcalde, el subdelegado del Gobierno y el presidente de la Diputación han presidido en las escaleras del Consistorio de Ibi los tres minutos de silencio bajo un gran crespón negro colgado del balcón consistorial y las banderas a media asta.

Trescientas personas han secundado esta acción de duelo, que se ha producido tras una breve intervención del primer edil, Sergio Carrasco, en la que ha expresado el "profundo pesar" de la localidad y las condolencias con las familias de los fallecidos y de los heridos de gravedad.

"Ibi se viste de luto con una inmensa pena porque eran trabajadores y también parte de nuestra vida que dejan un vacío irreparable", ha afirmado el regidor sobre Marcelo, Steveen y José Manuel, los dos primeros vecinos de esta población y el tercero de la cercana Jijona, cuya alcaldesa, Isabel López, ha participado en los tres minutos de silencio.

A la concentración silenciosa han acudido varios familiares del ecuatoriano Steveen, que han preferido no hacer declaraciones a los periodistas aunque sí han portado unos globos blancos y exhibido carteles con lemas como 'Sólo pedimos Justicia', 'Vuela alto mi ángel' y 'Justicia para Steveen'.

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