Radiografía del desastre: hogares en pisos bajos, garajes y coches no fueron lugar seguro ante la DANA

Veinte días después de la DANA del 29 de octubre, continúa la búsqueda de posibles víctimas. El trabajo de los efectivos desplegados en la zona se sigue centrando en l’Albufera y en el barranco del Poyo.

Según el Centro de Integración de Datos, y tras el hallazgo de un cuerpo sin vida ayer en Riba-roja, el balance de víctimas de la tragedia se eleva ya a 219 fallecidos, mientras 13 personas permanecen desaparecidas.

A 38 de los fallecidos los hallaron en garajes y parkings. “Un vecino bajó y luego ya no pudo subir”. “Es una inercia que te sale; no lo piensas”, lamenta una afectada ante nuestras cámaras.

Tampoco algunas viviendas fueron un lugar seguro: 65 cuerpos sin vida estaban dentro de sus casas.  Vivían en edificaciones y pisos bajos junto a barrancos. La mayoría era gente mayor con dificultad para reaccionar.

“A la tía de mi esposo, que tiene movilidad reducida, fue difícil sacarla”, expresa otra afectada, relatando los momentos en que la DANA asoló todo.

Por todo ello, la semana pasada, en las alertas de móvil por otra DANA, ya se recomendaba permanecer en las zonas altas de las viviendas.

Por su parte, en el interior de sus coches localizaron a 7 fallecidos, aunque es muy probable que a muchas de las víctimas halladas en la calle (21) o el campo (24) las sacase abruptamente la riada de sus vehículos, arrastrados también por la corriente, que también dejó cuerpos en árboles e incluso en un poste telefónico.

“La fuerza de la corriente… imaginen que es una gran lavadora. Arranca motores, arranca llantas…”, explica Héctor Méndez, presidente de ‘Topos Aztecas’, grupo llegado desde México que está especializado en búsquedas y rescates y tiene larga experiencia en catástrofes humanitarias.

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