Llegaron el sábado por la tarde al aeródromo de Olocau (Valencia), una de sus paradas en el largo trayecto de 2.300 kilómetros que les lleva desde el sur de Alemania hasta Vejer de la Frontera (Cadiz).

Son 36 ejemplares de Ibis eremita nacidos el pasado mes de abril en el zoológico de Rosseg (Austria) y criados durante sus primeros meses de vida allí. Esta especie de ave que se extinguió en Europa en el siglo XVII, está siendo reintroducida en Europa gracias al proyecto internacional Life Waldrapp.

La crianza de estas preciadas aves la realizan sus madres humanas adoptivas, Helena y Bárbara. Tras iniciar sus primeros vuelos al aire libre a mediados de junio, los polluelos fueron entrenados para seguir a un ultraligero donde están sus cuidadoras, que les “llaman” desde el aire para dirigirlas.

El inicio del trayecto se produjo el pasado 13 de agosto siguiendo la ruta migratoria que sus antepasados utilizaban y que deberán repetir en los próximos años. Está previsto que a mediados de octubre lleguen a Vejer de la Frontera donde se unirán a la colonia de Ibis del Proyecto Eremita que lidera el Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico de Jerez. De esta manera se busca conectar las dos poblaciones reintroducidas en Europa, la centroeuropea y la andaluza.

Una de las novedades de este año es que todas las aves han sido equipadas con rastreadores GPS, lo que permitirá un seguimiento detallado de su ruta y comportamiento. Además de su participación en la migración.

Por segundo año, también ha participado en este proyecto Bioparc Valencia que proporciona apoyo logístico, incluyendo instalaciones para el almacenamiento y distribución de alimentos especializados, garantizando así que las aves cuenten con los recursos necesarios para completar con éxito su migración.

La iniciativa no solo busca recuperar una especie emblemática para Europa, sino que también promueve la educación y la sensibilización del público sobre la importancia de la conservación de la fauna en peligro. 

El Ibis Eremita, también conocido como Ibis calvo del norte, está a un paso de ser clasificado en situación crítica a nivel global, según la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Sin embargo, gracias a proyectos como LIFE Ibis Eremita y la colaboración de múltiples instituciones, se espera que la población de esta especie pueda recuperarse y prosperar nuevamente en su entorno natural.

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