Este lunes comienzan los trabajos de desescombro de los dos bloques de viviendas que se incendiaron en el barrio de Campanar en Valencia cuando han pasado ya siete meses de la tragedia en la que murieron diez personas. Tras el desescombro, llegará la reconstrucción, según informa Andrea Sanchis.
Los trabajos incluirán la retirada de los restos de la fachada ventilada a partir de la segunda planta y la limpieza de la lana de roca adherida a la fachada, entre otras intervenciones.
Ahora, mientras continúan las tareas de desescombro, los propietarios iniciarán la licitación de las obras de rehabilitación, permitiendo que las constructoras compitan por el proyecto. El presidente de Aproicam, Enrique Salvador, ha comentado en una reciente declaración a los medios que los vecinos elegirán los materiales para la nueva fachada. "Es evidente que hay que limpiar toda la fachada. Luego, los vecinos decidiremos el material del nuevo edificio. La estructura se mantendrá, pero el complejo será completamente renovado".
Así, los propietarios tomarán decisiones sobre su nuevo hogar y buscarán la mejor financiación para las obras, que durarán entre dos y tres años. Además, el vocal de la asociación José Luis Mas, ha señalado que siguen negociando con el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat para extender las ayudas al alquiler, así como con los bancos para prolongar la moratoria de las hipotecas durante la rehabilitación de la finca.
Las labores incluirán las retirada de los restos de paramentos verticales de viviendas, tanto interiores como medianerías (perfilería, aislante, pladur o alicatados), restos de falsos techos, pavimentos de viviendas y rellanos, cubiertas en plantas altillo o los restos de electrodomésticos, mobiliario o enseres de cada vivienda, según han detallado desde Aproicam.
Asimismo, también se retirarán y limpiarán los restos del incendio de las zonas comunes y la piscina, la limpieza de los cerramientos de la fachada mediante la retirada de la carpintería metálica y la vidriería en ventanas y balcones, se eliminarán los restos de la fachada ventilada a partir de la segunda planta y se limpiará la lana de roca adherida a la fachada.
También se retirarán todas las instalaciones de electricidad, climatización, fontanería, telecomunicaciones o saneamiento a partir de la segunda planta, los equipos de aire acondicionado de las cubiertas y las cabinas de ascensores.
El fuego, que provocó la muerte de diez personas, destruyó por completo 138 viviendas en cuestión de horas y dejó sin piso a cientos de personas. El incendio tuvo un "único y principal" foco de fuego en el frigorífico situado en la cocina de la vivienda número 86. Desde ese punto, el fuego se propagó al resto del inmueble, según el 'Informe de inspección técnico policial' realizado por la Policía Científica para dilucidar las causas del trágico suceso.
Un total de 99 familias fueron realojadas en primera instancia en un edificio municipal de vivienda pública en la zona Safranar, del que han ido saliendo progresivamente ya que el consistorio les otorgó la cesión gratuita de los pisos por un plazo de seis meses --tres meses prorrogados por otros tantos--.
El pasado 26 de agosto se acabó ese plazo y ahora solo quedan en el edificio siete familias que continúan y sobre las que el consistorio explicó que presentan diferentes casuísticas y que serán analizadas "con mucho cariño y con mucho detalle".
Un informe pericial encargado por los propietarios de los bloques concluyó a principios de junio que el edificio podía ser finalmente rehabilitado, algo que esperaban los dueños de las viviendas que siempre se habían mostrado favorables a volver a construir en Campanar.
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