La sequía en España es un problema que se ha visto agravado en los últimos años. Este 2024 está siendo histórica en la Comunidad Valenciana. Pero, gracias a la tecnología, también han surgido interesantes soluciones dirigidas al ahorro de agua.
Una de ellas la ofrece Prismab, una agrotech alicantina que logra reducir el consumo hídrico en el campo. Dado que en la agricultura se produce un alto gasto del cada vez más escaso recurso, es importante tomar medidas.
También para disminuir el impacto en los cultivos, afectados por la falta de precipitaciones. En el riego es posible actuar con unos dispositivos inteligentes. Son los que distribuye la empresa nacida en la localidad de Novelda (Alicante).
Más de 1.300 pequeños agricultores ya han instalado unos aparatos que les ayudan a aprovechar mejor el agua. Algo que, en consecuencia, les permite igualmente ser más productivos.
El sistema monitoriza en tiempo real varios parámetros, a través de unos sensores:
De esta forma, el usuario puede consultar en una aplicación móvil, en cualquier momento y lugar, datos clave para gestionar sus plantaciones.
Es decir, es posible conocer el nivel de temperatura, humedad, lluvias y radiación solar para obtener avisos de posibles heladas, plagas o enfermedades. Incluso qué cantidad de agua se está evaporando por las condiciones climáticas.
Precisamente, los medidores hídricos aportan información sobre ese último valor para saber el consumo realizado. Así como cuánta disponibilidad del recurso sigue teniendo el agricultor para los próximos riegos.
Al utilizar estos dispositivos inteligentes, los propietarios de terrenos agrícolas obtienen varias ventajas:
“Hemos percibido hasta un incremento del 15 % de la producción en cultivos que cuentan con nuestros dispositivos", asegura Antonio Pastor, CEO de Prismab.
Apunta que el "ahorro medio de agua es del 24, 3 %", entre los agricultores que tienen instalados sus sensores. "En algunos casos, de más del 50 %", añade.
José Antonio Martínez Cazorla es uno de ellos y reconoce que "antes iba a ciegas" a la hora del riego de sus cultivos. "Ahora estoy ahorrando fácilmente casi la mitad del agua que regaba antes de poner sensores", señala.
"Veo claro cuándo empiezo a perder agua y eso me permite programar el número de riegos y la duración para no desperdiciar ni una gota de más", explica sobre cómo gestiona él el recurso.
Mediante esta tecnología de agricultura de precisión, quienes la usaron el año pasado dejaron de gastar 466.357 metros cúbicos, lo que equivale a 187 piscinas olímpicas.
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