Carla, la joven a la que han amputado las manos y los pies por una bacteria: "De todo se sale y volveré a ser feliz"

Carla acudió al hospital el pasado 23 de marzo a someterse a una sencilla intervención quirúrgica. Los médicos tenían que extirparle un pequeño quiste en la ingle. La operación, en principio, fue bien, incluso se fue a un concierto con su novio y unos amigos. Pero al día siguiente todo cambió. La joven comenzó a encontrarse mal y acudió a urgencias del centro de salud con vómitos y diarrea, donde la médico que la atendió la derivó al hospital de La Ribera en Xátiva (Valencia) porque había sido sometida a una intervención

Al ingresar le realizaron todo tipo de pruebas y descubrieron que se había contagiado con una bacteria. "En principio dijeron que era un virus y luego que era una bacteria. Me sondaron, me colocaron unas gafas nasales, me picaban los ojos mucho y yo no entendía nada", relata la joven en su cuenta de Instagram.

Ante la situación, los médicos decidieron ingresarla en la UCI para tenerla más controlada. "Hasta las 3 de la mañana yo estuve hablando con mis amigas y mi novio y a esa hora me indujeron un coma", ya que la bacteria era muy agresiva y le provocó un fallo multiorgánico.

Como cuenta Carla, su estado fue empeorando a gran velocidad y "a las cinco de la mañana tuve la primera parada cardiaca. Le dijeron a mis padres que entraran a despedirse porque de ahí no salía y comenzaron a venir amigos y familiares".

La joven llegó a sufrir hasta cuatro paradas cardiacas más y tras 12 días luchando para salvar su vida, Carla despertó del coma. "Estaba intubada, no podía moverme ni hablar y me tenía que expresar con los ojos", explica. Fue entonces, cuando "empecé a notar que no podía mover los pies ni las manos".

Carla sobrevivió, pero el coste ha sido muy elevado. "La bacteria era muy agresiva y los médicos tuvieron que ponerme mucha medicación, aunque las secuelas fueron la amputación de los pies y de las manos", relata en sus redes sociales.

"Volveré a ser feliz"

La joven de 25 años y estudiante de Derecho, ha logrado volver a su casa tres meses después, y ha decidido contar su historia "para autoayudarme y ayudar a otras personas que sufre problemas como yo y visibilizarlo", explica.

Con una entereza impropia de su edad, la joven asegura que "volveré a montar a caballo sin mis manos y sin mis pies. De todo se sale y volveré a ser feliz".

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