Adrián Fernández Poveda, el vecino del municipio valenciano de Alzira ingresado en un hospital privado de Cancún (México) desde el pasado domingo 5 de mayo después de sufrir un corte de digestión y un posterior ahogamiento al salir de la piscina del complejo turístico en el que se alojaba durante su luna de miel con su mujer y su hijo, tendrá que regresar a España en un avión comercial cuando reciba el alta.
El consulado español le ha comunicado a Sofía, la esposa de Adrián, que el Gobierno no fletará a su disposición un avión medicalizado para trasladarlo antes al Hospital de la Ribera, donde ella además trabaja, como se ha hecho en otros casos recientes con viajeros españoles hospitalizados en el extranjero, según recogen fuentes locales como 'Las Provincias' o 'Levante-EMV'. La única opción para el alzireño de 39 años es que, una vez reciba el alta, regrese acompañado por un médico en un avión comercial.
El español fue hospitalizado el 5 de mayo y pasó casi dos semanas en la UCI. Despertó del coma inducido el pasado miércoles y, tras dos días consciente, evoluciona y mejora de forma notable. Al comienzo le costó, pero el alzireño ya empieza a hablar, aunque muy poco por los tubos. Ya recuerda todo lo anterior al ahogamiento. Su esposa sigue allí con él, apoyándole de forma incondicional. Su hijo, mientras, regresó a España con familiares, a la espera de que se recupere y vuelva a casa.
La familia ya da por descartado contar con un avión medicalizado. Marta Parada, la cuñada de Adrián, ha subrayado que el alzireño solo podrá volver a casa cuando esté preparado. Contemplan las opciones de vuelta, incluida la que les han ofrecido. Y es que la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, ya destacó que era muy complicado tramitar las repatriaciones en situaciones particulares y en estancias privadas. El Ministerio de Exteriores afirma mantener un contacto estrecho con el entorno del afectado.
Tanto Adrián como Sofía, eso sí, siguen recibiendo el apoyo de sus seres queridos, sus amigos y numerosos ciudadanos anónimos, que han aportado en las recaudaciones de fondos para ayudarles en su situación. Recordamos que Adrián tuvo que ser ingresado en un hospital privado de Cancún porque ningún otro contaba con los medios precisos para atenderle en su estado. Su estancia diaria requiere entre 8.000 y 10.000 euros y el seguro de viaje solo cubrió el límite de la póliza, 20.000 euros. Todos esperan dejar atrás la pesadilla que afrontan en estos momentos.
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