El docente Juan Onrubia comenzó el pasado lunes una huelga de hambre en su despacho de la Facultad de Física de la Universitat de València para reclamar a la rectora, Mavi Mestre, que emita un comunicado que sirva para restituir su "dignidad y honorabilidad". Lo hace después de que la Unidad de Igualdad de la propia universidad desestimara la queja de una compañera de departamento donde se le acusaba "de auténticas barbaridades", según ha informado el diario Las Provincias.
Onrubia se jubilará el próximo 31 de agosto y no quiere que su trayectoria quede marcada por este episodio. "Después de 46 años de profesor no me voy a ir difamado y humillado por unas denuncias muy graves que son totalmente falsas, ni por el silencio incomprensible del Rectorado", dice en el escrito remitido a Las Provincias.
Esta historia se remonta al 14 de noviembre de 2017, cuando, camino de una clase, coincidió con la denunciante en un ascensor. Según su relato, ella "se situó junto a los mandos, en la parte opuesta a la mía, y nada más salir empezó a gritar: '¿Me estás amenazando?'. Yo me quedé atónito y sólo acerté a decirle que estaba mintiendo", alega Onrubia.
Cuando finalizó la clase, añade, un "pupilo" de la profesora entró en su despacho, cerró la puerta y le retuvo contra su voluntad diciéndole "de todo". Por ello, en cuanto tuvo posibilidad pasó por encima de una silla y salió al pasillo pidiendo que llamasen a seguridad.
Tras el episodio, en enero de 2018 el profesor tuvo conocimiento de la presentación de la queja. "Se decía que era una persona agresiva y violenta, habló de acoso por razones de género y dijo además que yo no aparecía mucho por el departamento. Todo es falso", defiende, esgrimiendo un certificado de la Unidad de Igualdad que acredita que la denuncia no fue cursada al considerar que no se trataba de un caso de acoso sexual o por razón de género que derivara en la aplicación del protocolo de la institución.
Onrubia también desmiente que tenga actitudes violentas o que pase poco tiempo en las instalaciones, algo que, añade, pueden acreditar cargos directivos de la universidad y personal de la facultad, así como los registros sobre control de accesos.
Desde Las Provincias han contactado con la profesora, que ha pedido anonimato. Niega que los hechos denunciados sean falsos y manifiesta que después del incidente en el ascensor se tuvo que cambiar de despacho. "No puedo estar sola en el departamento y cuando se va el último compañero me avisa para irme con él por miedo, y la situación se ha agravado en los últimos años", relata.
Onrubia reclama un pronunciamiento expreso del Rectorado porque el escrito de queja llegó a las diferentes facultades del campus de Burjassot, "fue esparcido por doquier", como una manera de que se difunda el hecho de que la Unidad de Igualdad no avaló las acusaciones. Incluso defiende que desde la Sindicatura de Greuges de la Universitat se le trasladó, de palabra, que se debía remitir un "escrito oficial desmintiendo estas denuncias" y restituyendo su "honorabilidad".
El profesor contextualiza el episodio del ascensor con "el acoso" al que le sometían "algunas personas del departamento", hechos que había denunciado en años anteriores. Relata cortes en su línea telefónica, el haber tenido que trasladarse a una zona diferente de la facultad o que no se tenían en cuenta ni constaban en acta sus intervenciones en los consejos del departamento. Por ejemplo, sus críticas al funcionamiento de las prácticas o a que algunos docentes no daban el temario que les correspondía. De hecho, parte de su petición al Rectorado, al que avisó el pasado día 11 de que iniciaría una huelga de hambre si no se pronunciaba, va en este sentido.
Onrubia le pide a Mavi Mestre que se difunda un comunicado entre la comunidad universitaria que recoja que la institución era conocedora "de los problemas de acoso" hacia su persona, que las "gravísimas acusaciones" planteadas en la queja "se han demostrado falsas", o que el Rectorado se compromete a "comprobar y tomar medidas para asegurar que se da todo el temario que se indica en la guía docente de las asignaturas con la máxima calidad científica, didáctica y humana". También alude a la necesidad de garantizar que se imparten todas las horas de laboratorio que corresponden.
Por otro lado, fuentes de la Universitat, preguntadas por la petición que plantea el docente, se limitan a señalar que "se ha seguido el protocolo habitual que se aplica en casos como este".
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