Fernando Álvarez, enfermo de párkinson: "Es una batalla, no sabes si puede aparecer un medicamento para revertir la enfermedad"

Todo empezó hace dos años cuando Fernando empezó a notar temblores, rigidez, dificultad para hablar y manejar objetos pequeños. "Fui al neurólogo, le expliqué lo que me pasaba y me dijo inmediatamente que tenía párkinson solo por ver mi forma de andar", relata Fernando Álvarez.

La enfermedad de Parkinson, de la que este jueves se conmemora su Día Mundial, es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente tras la enfermedad de Alzheimer, con una incidencia en aumento que se cree llevará a duplicar o incluso triplicar el númerode afectados en España en las próximas décadas. Aunque el 70% de los pacientes con enfermedad de Parkinson tienen más de 65 años, no es excepcional su inicio en personas más jóvenes y hasta un 15% de enfermos se diagnostican antes de los 50 años, según afirma la Sociedad Española de Neurología.

Por ello, los especialistas insisten en la importancia de la detección precoz. “El diagnóstico puede retrasarse varios años por falsas creencias sobre la enfermedad que demoran la búsqueda de atención especializada. En muchos casos, bien por pensar que se es demasiado joven o porque se achacan estos síntomas a la edad y con ello la oportunidad de recibir tratamientos que pueden mejorar los síntomas y aportar mayor calidad de vida a los pacientes”, asegura Jorge Máñez, neurólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de octubre.

Es el caso de Fernando que explica que "nunca se me pasó por la cabeza tener párkinson porque siempre se asocia a personas mayores".

En 2020 fue operado de un tumor benigno en el agujero magno del cerebro. "No me han dicho que la enfermedad sea consecuencia de este tumor y la operación, pero a partir de ahí comenzaron a aparecer los síntomas", afirma.

Otra de las hipótesis que maneja Fernando es el estrés mantenido que "tuve durante muchos años trabajando en una multinacional con mucha responsabilidad y que puede dañar las estructuras cerebrales".

Evolución de la enfermedad

Unos síntomas que han aumentado en este tiempo, ya que se trata de una enfermedad degenerativa. "Tengo más temblores, más dolores y rigidez. A la hora de hablar tengo más dificultad y con el manejo de objetos como monedas", explica.

Unos cambios que poco a poco van empeorando su calidad de vida. "Cuando tienes dificultades motoras te pones nervioso en la caja de un supermercado a la hora de pagar o cuando hechas gasolina. Son actividades rutinarias para cualquier persona, pero para mí se convierten en un engorro porque hay gente esperando y no sabes si comprenden tu enfermedad y si son sensibles a ella".

Todo a pesar de que Fernando se mantiene activo tanto física como mentalmente para retrasar al máximo la evolución de la enfermedad. "Voy al gimnasio regularmente y hago ejercicios mentales de memoria y recuerdos para estar entrenado. Es una batalla diaria porque nunca sabes cuando puede aparecer un medicamente o un tratamiento que revierta esta enfermedad relativamente para la humanidad y en la que queda mucho por avanzar".

Además, recibe un seguimiento exhaustivo de movilidad y memoria por parte de su médico. "Hay cinco estadios diferentes, pero su evolución es flexible y hay que tratar de retardarlo al máximo", señala Fernando, que asegura que no se rinde y que va a seguir luchando.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.