Rebajan la pena a una madre de Castellón que maltrató a sus hijos y permitió que les violaran

  • La Audiencia Provincial impuso a la progenitora 21 años de cárcel como condena, y se le ha rebajado a 13 años

  • Los tres hijos mayores eran agredidos físicamente golpeándoles con palos o hierros

  • La niña mayor fue objeto de conductas sexuales, de abusos y agresiones

El Tribunal Supremo ha rebajado la condena de una madre en Castellón que agredía y permitía que violaran a sus hijos. Tres de los cinco hijos de la condenada, todos menores de edad, sufrieron el maltrato y humillación durante años. La progenitora incluso les mostraba pornografía y tenía sexo con hombres delante de ellos.

La Audiencia Provincial impuso a la progenitora 21 años de cárcel como condena. Pero, tras la notificación, la defensa recurrió el fallo ante el Tribunal Supremo que rebajó esa condena hasta los 13 años de cárcel.

Estimó así reducciones para los delitos de agresiones sexuales continuadas y lesiones de grave enfermedad psíquica. Ahora, el Supremo ha avalado dicha rebaja.

Obligados a recoger drogas

Los tres niños mayores, que tenían 10, nueve y siete años, iban a recoger droga y jeringuillas para sus padres, que consumían heroína y cocaína a diario.

Agresiones físicas

Como declaró probado la Audiencia, los tres hijos mayores eran agredidos físicamente por su madre de forma continuada. Les tiraba del pelo, arrastrándoles por el suelo, golpeándoles incluso con objetos como palos, cinturones, hebillas o hierros. En una ocasión, llegó a poner una cuchara hirviendo en la zona genital de uno de ellos.

Los dos niños más pequeños, de 2 y 4 años, presenciaban estos hechos.

Sexo delante de sus hijos

La madre y el padre, que entraba y salía de prisión, mantenían relaciones sexuales delante de sus hijos. Ella también mantuvo sexo en presencia de sus hijos con otros hombres. A su vez, resultaba frecuente el visionado de películas de contenido pornográfico.

La niña mayor también "fue objeto de conductas sexuales, de abusos y agresiones de dicha naturaleza, tanto por parte de un familiar como de una de las parejas de la madre". Sucedió cuando la víctima tenía entre seis y siete años.

Los menores ingresaron en un centro de acogida en 2014, aunque desde 2007 se había activado un protocolo de desprotección. 

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