Condenado por abusar de su hija en Valencia y usar la hipnosis para negar los hechos

  • El padre le hacía tocamientos, le ponía películas con princesas Disney que practicaban sexo y la obligaba a grabarse eróticamente

  • La menor sufrió los abusos hasta aproximadamente los diez años de edad

  • Se le condena a seis años y ocho meses de cárcel por abusos sexuales–con prevalimiento–, exhibicionismo y provocación sexual

La menor, con tan solo tres años de edad, ya dibujaba genitales y pasaba miedo cuando dormía con su padre. "Mi papá me mira con ojos malos", indicaba la pequeña, que no sabía lo que pasaba pero sabía que aquello no le gustaba. 

Una psicóloga del Servicio Especializado de Atención a la Infancia y a la Adolescencia detectó que algo no iba bien y que convenía derivar a la niña al Instituto Espill, especializado en detección y tratamiento de abusos y agresiones sexuales a menores. No obstante, al ser tan pequeña solo se le pudo valorar con entrevistas periódicas con especialistas del punto de encuentro familiar. 

Un vídeo a los diez años da la voz de alarma

Pasados unos años, hacia junio de 2017, la madre de la menor descubrió por casualidad unos vídeos de su hija grabados por ella en actitud erótica "imitando un vídeo chat pornográfico". Fue entonces cuando empezaron a destaparse los abusos que cometía el padre a su hija, entonces de diez años, en una localidad valenciana de l'Horta.

La madre interpuso la correspondiente denuncia, pero el asunto estuvo a punto de zanjarse con una multa en mayo de 2021, al calificar la Fiscalía los hechos únicamente como constitutivos de un delito de exhibicionismo de material pornográfico a menores de edad.

El padre esquiva la condena con hipnosis

El acusado aportó como elemento de defensa un informe de veracidad realizado por un perito psicólogo de parte, que incluía un interrogatorio mediante hipnosis en el que negaba todas las acusaciones. Así, la defensa solicitaba su libre absolución al considerar que la niña había sido manipulada por la madre, de quien alegaba, "le había amenazado con destrozarle la vida por despecho".

Cuando parecía que la multa pondría fin a la cuestión, la acusación particular, ejercida por Vicente Monzó, logró que el Juzgado de lo Penal suspendiera la vista oral y retrotrajera la causa al juzgado instructor de Mislata para "perfilar los hechos delictivos imputables al acusado".

El testimonio de la víctima, realizado mediante cámara Gesell, desprendía que no solo se encontraban ante un caso de exhibicionismo, sino de abusos sexuales.

La obligaba a ver películas porno ambientadas en Disney

Además de los tocamientos cuando estaban a solas en la buhardilla, la niña cuenta que su padre le ponía películas donde las princesas Disney aparecían desnudas y practicaban sexo, mientras él "sacaba la lengua y emitía gemidos". También le hacía ver vídeos violentos donde se veía cómo pegaban a mujeres y las hacían sangrar hasta desmayarse.

La sentencia también hace referencia al llanto del acusado durante su último turno de palabra, que atribuye a "una respuesta al haber sido descubierta su actividad depredadora, una expresión de vergüenza por haber sido desenmascarado o un ápice de culpa por los daños emocionales a su hija".

La menor se ha mostrado persistente en sus declaraciones, sin contradicciones, con un "relato coherente y uniforme, sin fisuras, con notable riqueza descriptiva y con un acompañamiento de sentimientos, que reafirma la credibilidad y veracidad de su testimonio".

Por tanto, la sentencia de la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia condena al padre biológico a seis años y ocho meses de cárcel por los delitos de abusos sexuales a persona menor de 16 –con prevalimiento–, exhibicionismo y provocación sexual, todos ellos con la agravante de parentesco.

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