Este jueves se cumple una semana del trágico incendio de un edificio de dos bloques en el barrio valenciano de Campanar, que se saldó con diez fallecidos, 15 heridos y dejó a unas 400 personas sin casa. Mientras los supervivientes tratan de empezar una nueva vida en viviendas facilitadas por el Ayuntamiento, comienzan los entierros de los muertos.
El pavoroso incendio empezó poco después de las cinco y media de una tarde con fuertes rachas de viento en una vivienda de la octava planta del bloque de catorce alturas y rápidamente se propagó al bloque de diez alturas, hasta el punto de que en apenas media hora las llamas habían afectado a las 138 viviendas del edificio.
Un cortocircuito en el mecanismo del toldo del apartamento 86 del bloque más alto pudo ser la causa de este incendio que ha conmocionado a toda España y cuyas causas se siguen investigando, mientras que ya se ha autorizado la entrega a las familias de los cuerpos de los fallecidos para poder celebrar los funerales.
El material empleado en la fachada ventilada de este complejo residencial, construido en la época del boom inmobiliario en un barrio periférico de la ciudad y que se publicitaba hace 17 años como un edificio "vanguardista" con materiales de la "máxima calidad", pudo influir también en la rápida propagación de las llamas.
Desde esa misma noche se puso a disposición de las familias, muchas de las cuales salieron de casa con lo puesto, plazas hoteleras, y desde el lunes se están instalando en el edificio de 131 viviendas de nueva construcción del barrio de Safranar habilitado por el Consistorio, que ha destinado a más de 650 profesionales -entre ellos 300 bomberos, 255 policías locales, 42 funcionarios y 16 psicólogos- a atender todas las necesidades.
Todos los heridos están ya en sus casas y el Gobierno valenciano ha aprobado ayudas económicas, fiscales y sociales, a la que ha destinado cuatro millones de euros, que se suman a las del Ayuntamiento de València y se centralizan en una ventanilla única para facilitar los trámites.
La Policía Nacional ha agradecido a Julián García, el portero del edificio que avisó a vecinos del incendio y les ayudó a salir de sus casas, "su valentía y servicio a la ciudadanía", y lo ha propuesto para el premio 'Valores Humanos' del cuerpo.
La tragedia ha pospuesto una semana el inicio oficial de las fallas -la Crida se celebrará finalmente este domingo-, unas fiestas que se vivirán de manera especial en la ciudad y sobre todo en Campanar, barrio con varias agrupaciones falleras y a las que pertenecen algunos damnificados.
Las familias afectadas por el que según los bomberos ha sido "el mayor incendio estructural en la historia de la Comunitat Valenciana" intentan retomar sus vidas arropadas por el apoyo de las instituciones y la solidaridad de los valencianos, pero con una petición: que conforme pase el tiempo no se les olvide.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.