El edificio calcinado el pasado jueves en el barrio valenciano de Campanar ya sufrió un incendio en el año 2012. En aquella ocasión las llamas afectaron al piso número 51 del inmueble, según adelanta Levante-Emv.
El fuego se habría originado como consecuencia de un chispazo provocado por un cargador de móvil que prendió unos tickets de compra y las llamas acabarón calcinando toda la vivienda.
Un siniestro que afortunadamente no se extendió a otros pisos, aunque el humo si que llegó al pasillo. Además, las llamas tampoco llegaron al exterior del piso, gracias a que las ventanas estaban cerradas, y no afectó al recubrimiento de la fachada, clave en la rápida evolución de las llamas al resto del edificio en el incendio del jueves.
La suerte también quiso, que los inquilinos de la vivienda acaban de salir de casa y no se encontraban en ese momento en el piso. Aún así, la propietaria, que estaba embarazada, sufrió un aborto tras el incendio.
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