Las imágenes del devastador incendio de un edificio de 14 plantas en Valencia ha recordado al 14 de junio de 2017, concretamente la tragedia de la Torre Grenfell, donde 24 plantas fueron devoradas rápidamente llevándose la vida de 72 personas. En ambos casos parece que hay un material común: el revestimiento inflamable del edificio concretamente la posibilidad del uso de poliuretano.

En Valencia, la rápida actuación de los bomberos - que salvaron en directo a una pareja en medio de las llamas entre los aplausos de los vecinos- y un héroe, un portero llamado Julián, evitaron una tragedia mayor.  

Los bomberos que trabajan en el incendio de los dos edificios de València en el que han muerto cuatro personas buscan a otras 19 que están desaparecidas y a quienes sus familiares no han logrado localizar desde que comenzó el fuego, según ha confirmado el Ayuntamiento.

Las labores de los bomberos se centran ahora en seguir enfriando las fachadas de los edificios, que siguen ardiendo sin control desde las cinco y media de la tarde del jueves, por lo que hasta ahora no se ha podido acceder al interior de los inmuebles situados en el barrio de Campanar, al noroeste de la ciudad.

Julián, conserje de uno de los edificios, al darse cuenta de que estaba empezando a arder, ha ido prácticamente puerta por puerta sacando a todos y cada uno de sus vecinos. "Seguramente a Julián le deben la vida unos cuantos vecinos", según ha desvelado el programa TardeAR.

El incendio también ha recordado a otra fecha: El incendio en el edificio Windsor de Madrid, el 12 de febrero de 2005 que sigue siendo motivo de elucubraciones y misterios. Incluso El Sapo dice que él lo incendió por encargo. La realidad es que a las 23:19 los Bomberos de Madrid recibieron un aviso de fuego en la oficina 2109 de la planta 21 del rascacielos que rápidamente se propagó por los pisos superiores a través de la fachada metálica. Hacia la 1 de la madrugada y ante la evidencia de que el incendio era inabordable, se desalojó el edificio por el riesgo de derrumbe y se trató el fuego desde fuera.

Las mangueras de los Bomberos solo llegaban hasta el piso 12, la torre tenía 106 metros de altura y 32 plantas. Uno de los rascacielos más emblemáticos y conocidos de la capital española ardía en llamas a una velocidad de vértigo y sin poder hacer nada. En el informe final se determinó que este se había producido de manera fortuita, precisamente por un cigarro mal apagado, pero el misterio sigue ahí.

Peor fue la tragedia de la Torre Grenfell. Las llamas se originaron por un fallo eléctrico en una nevera en un apartamento del cuarto piso, antes de alcanzar el revestimiento exterior y engullir la torre por completo. La remodelación de la fachada en la cual se colocaron revestimientos inflamables fue clave en la rápida propagación del fuego.

Las llamas rápidamente se propagaron por la fachada, ya que el bloque había sido revestido con un tipo de material compuesto de aluminio inflamable, y se convirtió en una ratonera. Alrededor de 600 edificios en Inglaterra tenían un revestimiento similar al usado en la Torre Grenfell, reconoció la entonces primer ministra Theresa May. Una tragedia que conmocionó al país y provocó un examen de conciencia por las denuncias de los supervivientes de las condiciones en las que malvivían.

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