La Conselleria de Sanitat de Valencia ha fijado para el 31 de enero el alta hospitalaria Marta Pérez, la joven de Ibi en coma desde septiembre de 2022 por una reacción alérgica a un batido con pistacho.
Una decisión que se tomaría en contra de los deseos y la voluntad de la familia de la joven de 20 años, que solo está dispuesta a que vuelva a casa con las condiciones que les aseguraron negociar y no han sido atendidas hasta este martes.
Es lo que denuncia en Informativos Telecinco la madre de Marta, María Verdejo, que afirma que aceptó la vuelta de su hija a casa, pero con un plan específico de neurorrehabilitación establecido, con las terapias diarias a seguir, un monitor de seguimiento para el domicilio y habiendo completado las pruebas de las que estaba pendiente:
“Nos contactaron desde la Conselleria y nos dijeron que se arreglaba todo para el día 31. Fijaron el alta para ese día y a estas alturas no tenemos nada de lo que se habló. Así que, rechazamos el alta hasta tener solucionado el tratamiento de Marta”.
La joven lleva poco más de un año con el tratamiento de neurorrehabilitación y continúa mejorando. El alta lo concede el Hospital Verge dels Lliris de Alcoy, el de referencia de Marta, donde estuvo tres meses ingresada tras entrar en parada por la reacción alérgica y donde María acabó pidiendo y consiguiendo el traslado al Hospital Vithas Valencia Consuelo, un centro privado, tras mantener fuertes diferencias con los médicos de UCI y llegar a escuchar que “no había nada que hacer” -afirma-.
La madre de Marta teme que obliguen a su hija a volver a casa sin los medios necesarios y “acabe postrada en una cama sin apenas poder moverse, como por desgracia han acabado numerosas personas con daños neurológicos”. En el caso de la joven, no obstante, no hay daños en ninguna parte del cerebro, solo falta esa conexión entre las mismas. María tampoco baraja la vuelta de su hija a Alcoy tras lo vivido y siente mucha angustia, como el padre de la joven, Juan, y sus otros dos hijos.
Ellos no tienen medios para acarrear con los costes que requiere la atención y las terapias para Marta. Maria pidió que su hija estuviera en el centro privado de Valencia mientras progresara, y no hay noticias de lo contrario. Pedía una prórroga de al menos un año y medio, incluso dos, lo que suelen requerir estos procesos de recuperación, pero no le han concedido tanto y tampoco de una vez, sino en constantes prórrogas de dos meses desde enero de 2023. Un calvario.
María y Juan solo piensan en la recuperación de Marta, pero tienen claro que, bajo su criterio, ha habido “una serie de negligencias médicas” que ayudaron al empeoramiento de la joven. Porque Marta ya sufrió con anterioridad otros shocks anafilácticos, pero en el ambulatorio de Ibi la mandaron a casa cuando ella aseguraba encontrarse muy mal. No la dejaron en observación ni la derivaron.
La madre de Marta sigue con su fuerza titánica por mantenerse firme y reclamar los derechos de su hija que considera que no se han atendido como es debido. En TikTok (@mariaverejo) ha logrado gran apoyo, así como en Instagram (@mariaverdejomelero).
Tras ver cómo reclama en múltiples ocasiones sin respuesta, largas esperas para recibir una contestación al límite de fechas clave y no obtener una prórroga a largo plazo para la joven, solo espera que la Sanidad Valenciana “cumpla con lo hablado” en caso de que reciba el alta.
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