Dos años de cárcel por tocar los genitales a un menor simulando un cacheo policial
El condenado se hizo pasar por Policía para ordenarle a menor bajarse los pantalones para buscar droga
El tribunal le impone también la medida de alejamiento a una distancia mínima de 300 metros respecto de la víctima
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Un hombre ha sido condenado a dos años de cárcel como autor de un delito de abuso sexual por tocar los genitales a un menor después de hacerse pasar por agente de Policía y forzarle a que se bajase los pantalones para practicar un ‘cacheo’ en busca de droga, según una sentencia dictada por la Audiencia de Alicante.
El tribunal le impone también la medida de alejamiento a una distancia mínima de 300 metros respecto de la víctima durante un tiempo de cuatro años. Además, el acusado quedará sometido al régimen de libertad vigilada durante otro plazo adicional de cuatro años más.
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El tribunal confiere credibilidad al testimonio de los dos denunciantes de 14 y 16 años
El episodio de abuso sexual ocurrió en torno a las 21:30 horas del 11 de septiembre de 2020 en un descampado del municipio alicantino de Petrer.
La Audiencia de Alicante considera probado que el acusado estaba tomando copas en un bar situado junto al solar trasero a un colegio, en compañía de un conocido, también procesado por los mismos hechos y que ha sido absuelto.
Ambos procesados se percataron de la presencia de dos menores, de 14 y 16 años, respectivamente, en ese solar y se aproximaron a ellos haciéndose pasar por policías. Según la resolución judicial, en ese momento, los dos acusados se identificaron verbalmente como agentes y les preguntaron a los adolescentes si estaban en posesión de algún estupefaciente.
El primero de los menores lo negó y extrajo su documentación y su teléfono móvil. El primero de los procesados le dijo que colocase los brazos en cruz y que se bajase los pantalones para poder registrarle. Acto seguido, introdujo la mano bajo la ropa interior y, según la sentencia, “le manoseó los genitales”.
Por su parte, el segundo de los acusados obró de manera similar. Así, le preguntó al segundo de los menores si la cadena que llevaba era de oro. Y también le tocó los genitales, simulando un cacheo, “sin que el menor interpretase que el tocamiento tuviese un significado sexual”, según el fallo.
Después, los dos procesados dejaron que los adolescentes se marchasen con todos sus efectos, sin llegar a sustraerles nada. Sin embargo, las víctimas presentaron denuncia.
El tribunal confiere credibilidad al testimonio de los dos denunciantes tras valorar la persistencia de su relato y concluir que no albergaban ningún motivo para tratar de perjudicar a los dos acusados, ya que no tenían ninguna relación previa. De hecho, la credibilidad de su versión quedaría reforzada en la medida en que el segundo de los menores aseguró que los tocamientos a los que fue sometido no revistió carácter sexual.
En esta línea, la sentencia absuelve al segundo de los acusados del delito de abuso sexual que también se le atribuía. Y exonera a los dos procesados del delito de robo con intimidación porque no se apropiaron de ningún efecto de los menores.
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