Lápidas, fantasmas y telas de araña: los animales de Bioparc Valencia disfrutan de un Halloween “bestial”

Los 6.000 animales de las 150 especies de Bioparc Valencia han mostrado su asombro con la “terrorífica” decoración ambiental preparada por el equipo de cuidado animal del parque. Apetitosas y sangrientas calabazas, alimentos y diferentes objetos con formas y decoración de esta conocida temática han despertado el interés y han motivado el juego de especies como la manada de elefantes con la pequeña Makena, suricatas, fosas, oricteropos, puercoespines, aves, serpientes o lémures. El singular y curioso comportamiento de los animales ha sorprendido a los numerosos visitantes del parque y ha provocado llamativas imágenes.

Para aportar el máximo bienestar a los animales, una de las técnicas que se ponen en práctica por parte del personal es el llamado “enriquecimiento ambiental” que implica aportar distintas acciones que motivan y estimulan los instintos de las distintas especies. Las celebraciones son una oportunidad perfecta para ponerlo en práctica y, entre ellas, Halloween resulta especialmente atractiva. En este sentido, el equipo de cuidado animal ha estado elaborando con esmero una completa propuesta para muchas y variadas especies.

Una decoración temática con llamativos elementos como lápidas, fantasmas o telas de araña, servían de marco para esconder deliciosa comida también preparada para la ocasión. Huesos con carne fresca, insectos, sangrientas calabazas rellenas de apetitosos alimentos, gelatinas en forma de vísceras, manos o cerebros han sido algunas de las gustosas sorpresas. 

La decoración sorprende a la pequeña Makena

Por su magnitud y por el hecho de que era la primera vez que la pequeña Makena asistía a un evento de este tipo, para la manada de los elefantes ha sido realmente especial. La cría, que los próximos días cumplirá un año, ha gozado como nunca, mientras su madre y las “tías” vigilaban sus movimientos. La pareja de fosas ha mostrado su faceta como el mayor depredador de Madagascar y también podía verse la excitación en los grupos de pequeños carnívoros como suricatas o mangostas. Los lémures utilizaban sus hábiles dedos para rebuscar su comida y aves como el cálao, los buitres o marabús hacían lo propio con sus picos. Las grandes calabazas parecían minúsculas al ser engullidas por los hipopótamos y los oricterpos utilizaban sus larguísimas y pegajosas lenguas para alcanzar su objetivo. Las ranas igualmente han participado del festín y también reptiles como la boa de Duméril o las voraces tortugas. Los chacales y los puercoespines demostraban su desarrollado olfato e incluso los potamóqueros y los conocidos facóqueros han degustado sus manjares preferidos. 

Multitud de personas que han acudido a visitar BIOPARC como uno de los mejores parques de animales del mundo, han tenido la oportunidad de contemplar esta inusual y vistosa actividad y han manifestado su asombro y satisfacción. Sin duda, se trata de una propuesta diferente para acercar la naturaleza salvaje y el conocimiento de las distintas especies animales, manteniendo el compromiso de BIOPARC de conservar el medioambiente y proteger la biodiversidad.

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