Tras más de 6 horas de apagón en el barrio del Campanar de Valencia, los vecinos por fin pueden funcionar con normalidad tras haber recuperado la luz. Ha sido a partir de las 23 horas del miércoles y hasta, aproximadamente, las 5 horas de la mañana del jueves, cuando los vecinos han tenido que gestionar una noche sin luz con linternas y velas. Esta noche los termómetros no han bajado de los 30 grados, tratándose de la noche más calurosa del verano, que muchos han tenido que vivir sin aire acondicionado.
El distrito de Campanar tiene unos 39.000 habitantes, aunque la cantidad es menor ahora en período estival. Los vecinos cuentan que "se fue la luz en casi todo el barrio" y les mandaron un mensaje desde Iberdrola comunicando que había "un fallo en la red", así como un tiempo estimado de solución que, afortunadamente, se ha cumplido.
Sin embargo, a primera hora de la mañana de este jueves, todavía había algunos semáforos de la zona sin funcionar. A su vez, en el centro Comercial Nuevo Centro, continuaban trabajando con generadores por una posible nueva incidencia a lo largo del día.
Los problemas eléctricos en esta zona comenzaron incluso antes, a las 11.30 horas del miércoles, dejando a más de 4.500 clientes del centro sin poder finalizar sus compras, ya que no funcionaban datáfonos ni cajas registradoras. Tras varias horas de avería, la situación se repitió a las 22 horas, afectando a las avenidas Pío XII, General Avilés, Maestro Rodrigo, Tirso de Molina y Menéndez Pidal.
El apagón también afectó al hospital IVO, que funcionó con generadores autónomos, pero sin luces ni aire acondicionado. También a la subdelegación del Gobierno y a las calles de la zona. Esto, además, provocó un caos en el tráfico, que se resolvió la Policía Local en cuanto acudió a regular la circulación. Durante esta mañana, los semáforos han vuelto a funcionar con normalidad y todas las incidencias se han resuelto.
Los operarios de Iberdrola continuarán trabajando para evitar que vuelva a suceder este problema. Algunas de las consecuencias a raíz de la incidencia de más de seis horas son la parada de electrodomésticos, entre los que están la refrigeración de alimentos pero también los aires acondicionados para sofocar este calor. También ha afectado a algunos hornos del barrio, que no han podido trabajar durante la noche y se han visto obligados a retrasar su apertura.