El coronavirus deja ya más de 10,3 millones de casos y más de medio millón de muertes en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, mientras científicos de uno y otro rincón del planeta siguen trabajando tan rápido como pueden para encontrar una solución frente a la pandemia. La mayor de las esperanzas es la vacuna, en la que está puesta toda la atención desde el deseo que sirva para poder poner fin de una vez por todas a una pesadilla que mantiene al mundo viviendo entre una marea de mascarillas y en el marco de medidas insólitas de aislamiento y distanciamiento social.
Llegar a una vacuna efectiva y segura es el objetivo final. Con ella, se considera que por fin se podrá empezar a hablar de haber derrotado al virus, pero, no obstante, ya existen voces expertas que rebajan la expectativa y advierten de que una vacuna no sería el equivalente a una 'cura' completa, una panacea frente al COVID-19.
Concretamente, es Kate Bingham, la presidenta del grupo de trabajo sobre vacunas del Gobierno de Reino Unido, la que advierte que una eventual vacuna contra el COVID-19 podría no proveer de inmunidad completa contra la enfermedad.
De este modo, aunque por un lado en un pronóstico optimista considera que una forma de vacuna estará lista para comienzos del 2021, por otra parte insiste en que podría no protegernos de coger la infección sino que actuaría más bien reduciendo la severidad de los síntomas que provoca el virus.
Es decir, en lugar de comportarse como la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola, –la MMR–, la cual casi garantiza que quien la recibe no cogerá la infección, la vacuna del coronavirus se comportaría de un modo más parecido a la de la gripe, reduciendo el riesgo de experimentar síntomas severos en caso de ser infectado por el SARS-CoV-2.
Además, Kate Bingham advierte que la vacuna podría ser inicialmente tan débil que las personas de más edad, los ancianos, podrían necesitar hasta dos dosis para poder combatir la enfermedad, una afirmación con la que también coincide la profesora Sarah Gilbert, quien está precisamente liderando el desarrollo de la famosa vacuna de la Universidad de Oxford. Tal como informa Daily Mail, según ésta, efectivamente, serían necesarias dos inyecciones de la vacuna en aquellos pacientes de edad más avanzada.
Durante la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes, Bingham fue también muy clara al respecto de las expectativas: “Soy relativamente optimista y creo que encontraremos una vacuna que permitirá tratar a la población. La cuestión está en si será una vacuna esterilizadora, lo que significa que no podrás infectarte, o si es una que básicamente mitiga los síntomas más severo de tal manera que reduce la mortalidad”, manifestó, dejando el interrogante y precisando: “Obviamente nos gustaría tener una vacuna esterilizante que prevenga a las personas de resultar infectadas, pero a corto plazo quizás tengamos que darnos por satisfechos con una vacuna que reduzca la severidad de la enfermedad. Y soy muy optimista de que eso lo conseguiremos”, sentenció.