El descenso del nivel de los ríos Adaja y Chico a su paso por Ávila comienza a dejar ver los primeros desperfectos en las infraestructuras y el mobiliario urbano de esta ciudad que aún vive las secuelas de las inundaciones sufridas en su zona sur el pasado viernes.

Según ha comentado a EFE el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, la estación de aforo marca actualmente un nivel de 2,30 metros, cuando el sábado tenía 2,80 y el viernes, cuando se produjo el nivel máximo de la emergencia, llegó a superar los 3,60 metros.

"El nivel ha bajado bastante", ha destacado el regidor que, no obstante, sigue pendiente de la imagen que presentan las cumbres cercanas de las sierras de La Paramera y Serrota, así como de las temperaturas, para que el deshielo no vuelva a provocar una tercera crecida, tras las de este viernes y la del pasado 8 de marzo.

"Estamos muy expectantes a las temperaturas", ha reconocido Sánchez Cabrera, quien ha apuntado que si siguen siendo bajas, el deshielo será paulatino, mientras que si experimentan un ascenso notable, pueden volver los problemas.

El alcalde ha señalado que la bajada del caudal de ambos ríos ya ha comenzado a dejar ver los primeros desperfectos, tanto en las infraestructuras, como en el mobiliario urbano, aunque ha reconocido que aún habrá que esperar para calibrar los daños causados en la amplia zona sur de la ciudad que se ha visto afectada.

En este sentido, y tras recorrer a primera hora nuevamente la zona afectada, ha podido comprobar desperfectos en las calles, infraestructuras deportivas, en los parques infantiles anegados, en bancos, papeleras, jardines y otros equipamientos dañados.

Por el momento, no se han cuantificado unos daños que han comenzado a aflorar, pero que se prevé que sean mayores, ya que aún existen zonas, como el parque de El Soto, que continúa prácticamente inundado en su totalidad.

A la espera de que los técnicos puedan evaluar la cuantía de las pérdidas, el regidor ya ha avanzado que el Consistorio solicitará al Gobierno la declaración de zona gravemente afectada por emergencia de Protección Civil, antigua zona catastrófica.

Entre las actuaciones realizadas a raíz de la crecida de los ríos Adaja y Tormes, Sánchez Cabrera ha destacado, con pena, el desmantelamiento de parte del histórico azud situado junto a la zona de la antigua Fábrica de Harinas, para tratar de evitar que se produjeran más daños.

Al respecto, se ha referido al derrumbe de parte del histórico puente romano de Talavera de la Reina, señalando que la eliminación de parte el azud que se suprimió el pasado viernes en Ávila se hizo para evitar la posibilidad de situaciones similares en la capital abulense.

Desde el pasado viernes la provincia se encuentra en el nivel 2 del Plan de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones en Castilla y León (INUNCyL), tras su declaración por parte del delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández.

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