De los pueblos con encanto a las zonas de esquí: ¿cuáles son las zonas más bonitas de los Pirineos?
Los Pirineos están repletos de pequeños pueblos llenos de historia y encanto donde escaparte durante el otoño y el invierno
Los deportes de montaña son el gran atractivo para muchas personas, pero también encontrarás rutas de senderismo y otras actividades deportivas
La gastronomía y la actividad cultural se reavivan durante el invierno, coincidiendo con la temporada de más visitantes
Visitar los Pirineos es un plan perfecto para los meses de otoño e invierno: rutas de senderismo, deportes de montaña, parques naturales, pequeños pueblos escondidos... Se trata de un área amplia que ofrece una gran variedad de micro-destinos a los que puedes acudir para una escapada de fin de semana o para un viaje algo más prolongado. Si eres un amante de los deportes de nieve y de los paseos gélidos por laderas vestidas de blanco, sin duda es tu destino ideal. ¿Cuáles son las zonas más bonitas de los Pirineos?
Las zonas más bonitas de los Pirineos
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Viajar a los Pirineos es sin duda una buena opción para los meses que vienen, y quizás lo más complicado sea elegir un destino concreto. Y es que las distintas zonas en que se divide esta cordillera presentan sus peculiaridades, en parte por la influencia cultural de cada país o de cada comunidad autónoma. Centrándonos en España, existen numerosos pueblos con encanto en los Pirineos que puedes elegir como alojamiento principal como punto de partida para tu ruta.
Es el caso de Ansó, en el Pirineo Aragonés, un pueblo muy occidental que pertenece al Parque Natural de los Valles Occidentales y al Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biníes. En él se combina un importante patrimonio arquitectónico con la belleza del entorno natural en el que se enmarca. También el de Panticosa, donde destacan sus aguas termales y el balneario más antiguo de Europa; o el de Torla-Ordesa, puerta de entrada natural al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y punto básico en al ruta del Pirineo Aragonés.
También puedes visitar Aínsa, donde podrás disfrutar de su castillo del siglo XI, la iglesia de Santa María, la Cruz Cubierta y un casco antiguo lleno de casonas dignas de admirar. Alquézar, por su parte, es una villa de pasado árabe que, además, acoge la Colegiata de Santa María la Mayor. En Tahull disfrutarás del arte románico en toda su esencia (Iglesia de Sant Climent, proyección del Pantocrator).
Viella es otro pueblo clave de los Pirineos, repleto de historia y marcado por el paso del río Nere. Si te gusta esquiar, ten en cuenta que se encuentra muy cerca de Baqueira Beret. Y si eres un apasionado del arte y te apetece admirar la belleza del románico y el gótico en un mismo espacio, un destino clave es Arties, donde destaca la torre gótica de la iglesia de Santa María de Arties y sus retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII, así como sus casas renacentistas.
Bagergue, por su parte, destaca por lo pequeño de sus dimensiones y el perfecto estado de conservación de sus casas: sentirás que se ha parado el tiempo en sus calles. Y por último, otro de los pueblos más destacados de esta zona es Prulláns, un destino ideal para el senderismo en el marco del Parque Natural Cadí-Moixeró.
Además, puedes visitar las estaciones de Panticosa y Candanchú, Formigal, Astún y Cerler, en el Alto Aragón, con más de 138 kilómetros y ocho zonas diferentes para hacer esquí. La actividad cultural y gastronómica de los pueblos también aumenta durante los meses de frío, por lo que se trata del momento ideal para tu escapada.