¿Ha convertido el confinamiento por coronavirus nuestros bloques en algo parecido a 'La que se avecina'? ¿Tenemos más conflictos? ¿Las zonas comunes se han convertido en una batalla? O el espíritu de los balcones, en los que se canta el cumpleaños feliz a los pequeños de otro bloque, o se aplaude, se ha extendido hasta soportar ruidos constantes, el llanto del niño o la 'pelea' entre parejas... "La tónica general es que no hay un incremento de conflictos, salvo alguna excepción. Cierto es que en los bloques hay más ruidos", señalan a Informativos Telecinco fuentes del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid, CAFMadrid.
"No estamos notando un incremento en el número de consultas y llamadas respecto a conflictos vecinales. Generalmente, a lo largo del año, son muchas las consultas que recibimos en la Asesoría Jurídica del Colegio, relativas a las actividades molestas que se desarrollan en el interior de las viviendas. Lo que sí notamos son llamadas en cuanto al uso que se quiere realizar de las zonas comunes del edificio. Por ejemplo, una cubierta o zonas ajardinadas" señala Patricia Briones, abogada del Departamento Jurídico del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid, CAFMadrid. Son numerosas las denuncias que recogen las autoridades por saltarse el estado de alarma.
"Las personas no entienden que hay que respetar los dos metros -o metro y medio- de distancia mínima, entre individuos. No se asimila la medida que se estableció por el Gobierno posteriormente, que obliga a que las personas tengamos que estar en el interior de nuestras casas. Tampoco entienden que se trata de un recinto privado, la gente puede decir "¿Qué problema hay": los propietarios tienen que ver la obligación de confinamiento es estar en el interior de nuestras viviendas", añade Briones.
"No se puede acceder a las zonas comunes del edificio. Existe algún caso también en el que puede haber un garaje muy grande y que alguien pueda pensar que se puede dar un paseo por el mismo para estirar las piernas. Estas son las preguntas que nos están planteando", explica.
Miriam, una trabajadora de un supermercado de Murcia, denunciaba hace unos días la 'sugerencia' que sus vecinos dejaron a través de una nota por debajo de su puerta, en la señalaban que "por el bien de todos", se buscase otra vivienda.
Otro desagradable ejemploOtroejemplo es el que denuncia un médico del hospital de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, cuyos vecinos 'agradecieron' su labor pero le pidieron que se fuera al hotel puesto a disposición de los sanitarios de la zona, ya que debía "pensar también en tus vecinos" ya que "hay niños y ancianos".
Otra cuestión, ante la obligación de permanecer en casa, es la okupación de viviendas. La Guardia Civil ha detenido este lunes en Sabiñánigo, Huesca, a dos personas por okupar varias viviendas que se encontraban vacías debido a la imposibilidad de movimiento de sus propietarios durante el estado de alarma.
El conflicto vecinal se puede apreciar en algunos casos, como por ejemplo el que recoge Las Provincias, que ha transcurrido Valencia centro. Un grupo de ocupantes ilegales de un edificio de 14 viviendas, situado en la Carretera Fuente San Luis ha convertido en un "vertedero" la galería interior del edificio, donde "lo arrojan todo", según denuncian los vecinos.
"Dada la presencia abundante de insectos y roedores, es un autentico peligro para la salud del resto de vecinos colindantes. Queremos que el Ayuntamiento proceda a tomar las medidas necesarias para obligar al propietario único del inmueble o en su defecto a los residentes, okupas, a la limpieza de las terrazas comunes", denuncia uno de los propietarios afectados.