Avanza la investigación sobre el asesinato de la joven Wafaa Sebbah. La autopsia ha revelado que murió por asfixia, pero los investigadores todavía no saben si fue por sofocación al taparle la boca con las manos o porque David Soler, su presunto asesinopresunto asesino, cubrió la cabeza con cinta aislante.
El cuerpo de Wafaa fue encontrado en un pozo de una finca propiedad de la familia Soler con las extremidades atadas y la cabeza cubierta. Además, la joven fue tiroteada con una escopeta de perdigones, aunque todavía no se sabe si antes o después de la muerte. Son cinco impactos que no la habrían causado la muerte pero que demuestran el ensañamiento y el terror que tuvo que pasar la joven antes de morir.
La Guardia Civil está convencida de que David Soler la agredió sexualmente aunque la autopsia es complicada después de dos años hundida a 20 metros de profundidad en un pozo que no todo el tiempo cubrió el cadáver de agua.
Cuando sacaron el cuerpo del agua estaba desnudo de cintura para abajo, con el sujetador cortado.
Los investigadores se disponen este miércoles a vaciar el pozo donde hallaron el cuerpo de Wafaa para buscar el resto de la ropa que no hallaron en el registro de la finca donde se cometió el crimen.
David Soler se negó a declarar y lo poco que hizo fue colaborar en decir donde estaba el pozo en el que escondió el cuerpo. Del resto, asegura que tiene “lapsus de memoria”.
Soler tampoco dice recordar nada de su relación con una prostituta asesinada en Xátiva y el hallazgo de su calzoncillo en el escenario del crimen.
David Soler tiene antecedentes por violencia de género, ha agredido a varias parejas y a la última casi la asfixia cogiéndola del cuello.
Todas las amistades de Wafaa han declarado que Soler estaba obsesionado con ella y la acosaba continuamente.