Con el porno como maestro sexual, los jóvenes no saben distinguir qué es violencia de género

telecinco.es 28/11/2018 18:51

La realidad es la que es. Y lo duro es que es entre jóvenes. Víctimas de la pornografía como maestra del sexo, de un déficit de valores y ética que muchos ven hoy en la sociedad como rémora, y un machismo que no acaba de erradicarse, lo que ha puesto de manifiesto un estudio de la universidad de Girona es que los jóvenes no distinguen entre abuso, agresión e intimidación cuando hablamos de sexo.

Los primeros datos causan alarma. Un 11% de estos jóvenes no considera que obligar y conseguir que se produzca un acto sexual no deseado sea violencia de género. Al preguntar a las chicas por esta cuestión, el 2,6% de ellas tampoco ve violencia.

El alumnado sólo identifica como violencia sexual las situaciones graves y excepcionales como serían una violación. A otras situaciones tales como comentarios intimidatorios, gestos o tocamientos, los quitan hierro no le ven mucha importancia.

Los gestos y las insinuaciones obscenas no son consideradas como una forma de violencia por el 63,7% de los chicos, ni por el 51% de ellas. Un 14,3% de los hombres tampoco lo percibe cuando se les pregunta acerca de los acorralamientos intimidadores.

Nueve de cada diez mujeres que estudian en la Universidad de Girona afirman que han sufrido algún tipo de violencia sexual. Ojo porque un 56% también dice haberlo sufrido. El 85% de las agresiones sexuales pasan por la noche, en un entorno de fiesta. De hecho, todas las chicas que han participado en el estudio dicen haber sufrido tocamientos y afirman que no lo deberían haber permitido pero que se quedaron paradas. Se combina pues que hay mucha sensación de haber sido víctima de líneas rojas sobrepasadas pero tampoco se sabe delimitar con claridad cuáles son esas líneas.

Los chicos asocian un agresor a una persona con problemas psicológicos y utilizan hechos tales como que la chica se ponga un vestido corto o escuchado por culpabilizarlas de la violencia sexual que sufren. Son algunas de las conclusiones del estudio que de momento se ha hecho en la Universidad de Girona y que pronto se extenderá a otras universidades catalanas.

Conxi Fuentes, investigadora y coautora del estudio señala que las chicas están ya acostumbradas desde pequeñas a recibir comentarios sexistas, insultos, y han normalizado algunas situaciones.