El vídeo que demuestra el 'modus operandi' de la banda del Kay
El único detenido hasta el momento ha sido puesto en libertad
La banda del Kay volvió a las andadas a su estilo. Encapuchados, con violencia y rapidez desvalijaban este local de Durango (Vizcaya). Pero hay que sumarles agresiones a los agentes, amenazas con cuchillos y un largo etcétera delictivo. Ya no son ese grupo de aluniceros de apenas 15 años, ahora son una auténtica banda criminal cuya violencia va en aumento. Entre todos los miembros suman más de cien detenciones.
Las mismas veces, que a las pocas horas, han acabado en libertad. Una frustración para la Ertzaintza, a la que le resulta evidente la reincidencia y la alarma social. Los jueces tienen sobre la mesa, supuestamente, 80 robos en locales y 35 robos de vehículos, pero aun así no creen necesaria la prisión provisional. Alegan que no todas las imputaciones policiales tienen que ser imputaciones judiciales por mucha alarma social que haya. Otra decisión polémica que, según los expertos, alejan cada vez más a la judicatura de la sociedad. Mientras los delincuentes se alejan de la policía.
La decisión de dejar en libertad con cargos al varón de 48 años de edad detenido este pasado lunes en Zeberio, Vizcaya, tras intentar robar en un bar de Portugalete y cometer otro robo en Durango junto a tres cómplices, provoca indignación entre la Ertzaintza que, pese a todo, sigue cercando a otros de los integrantes de la banda del Kay, un grupo criminal organizado.
Estas imágenes demuestran que estamos, sí, ante un grupo entrenado que planificaba sus atracos al milímetro. En sus actos delictivos robaban un coche, en el que cargaban el material necesario, para después acudir, en el mismo, al lugar de los hechos y después rociarlo con un extintor para eliminar cualquier rastro.
Todos los delincuentes de la banda cuentan con antecedentes penales. En total suman 114 arrestos por, además de robos con fuerza, otros tipos de infracciones penales: robos con violencia,violencia de Género, contra la Seguridad Vial o atentado a Agentes. Como demuestran las imágenes la banda actúa encapuchada, con buzos y guantes, y se valen de barras de uña y mazas para forzar los locales, alunizando en ocasiones con el coche robado. Lo que nadie se explica es por qué se deja a uno de sus integrantes en libertad.