“Le hemos grabado cuando realizaba actos íntimos mientras veía a la mujer desnuda. No intente hacer nada. Pague o publicaremos el video a toda su familia y amigos”. “Vamos a destruir tu vida y si no pagas lo vamos a publicar”. Este es el mensaje real que recibió una víctima de sextorsión. Lo grabó con su móvil mientras le estaban amenazando. Acababa de practicar cibersexo con una mujer con la que había “ligado” semanas atrás. Ella le había engatusado hasta el punto de que la tenía agregada en redes junto con sus amigos y familiares. Por eso la amenaza de difusión era seria. Además había mostrado la cara a la cámara mientras se masturbaba. De pronto dejó de ver a la mujer que tenía al otro lado de la pantalla y vio a un hombre de color embozado que le amenazaba con cuchillos, con cortarle el cuello y le decía que pagara con las manos.
Ocurrió a través de Skype pero hubo miles en otras plataformas. 4.000 víctimas extorsionadas acudieron a la policía. El otro 70% pagaron. Ocurrió hace unos años y entonces la policía pudo seguir el rastro hasta Marruecos y Costa de Marfil. En un call center los delincuentes tenían montada una oficina llena de ordenadores. Los detuvieron a todos en la operación Ivory Queens (reinas de marfil). Durante un tiempo dejaron de captar víctimas. Ahora han vuelto y han perfeccionado la técnica. Si antes pedían dinero (entre 500 y 1.000 los no famosos, 3.000 los famosos), y los pagos se hacían por envíos de dinero y a través de mulas, ahora usan criptomoneda. Piden bitcoins más difícil de rastrear para la Unidad de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional. Es lo que creen que le ha podido ocurrir al entrenador del Málaga, Víctor Sánchez del Amo.
Las víctimas caen en la trampa en webs de citas. Las mujeres gancho tienen perfiles falsos y cazan. Estudian a las posibles víctimas y se hacen amigas para pasar luego al cibersexo. Hay de todas las edades y condición. Famosos y no famosos, jueces, policías, da igual la profesión. Mucha gente paga pero la extorsión continúa. Por eso la policía aconseja no pagar nunca. Muchas víctimas acuden al grupo de Redes cuando ya ha pagado varias veces. Y Roberto Fernández, el inspector jefe, nos cuenta que han tenido que retirar muchos videos comprometidos que ya estaban en la red, casi siempre se vuelcan a través de Facebook, YouTube y ahora Instagram. Para evitarlo lo único que pueden hacer es precaución en los contactos. No fiarse de quién te pide nada más conocerte que te quites la ropa, no grabarte el rostro mientras te masturbas, y sobre todo investigar los perfiles porque suelen usar repetidos, fotografías de mujeres que ya están en la red en muchas páginas.
Para los que se ríen y distribuyen esos vídeos cuando se los encuentran, como le ha ocurrido a Víctor Sánchez, la policía les recuerda que es delito, usen la plataforma que usen, redes abiertas o privadas. “La gente debe pensar antes de hacer clic si le gustaría que un video íntimo suyo corriera por la red descontrolado”