La joven de 14 años que denunció ser víctima de una violación múltiple en Manresa sufre un trastorno ansioso-depresivo. La menor se siente rechazada en su entorno y teme que no la crean, una situación que ha aumentado con la llegada del juicio, que se está celebrando en la Audiencia de Barcelona.
En la sesión de este jueves 4 de julio se han expuesto las pruebas periciales fruto de las exploraciones médicas y psicológicas a la víctima. Los especialistas han descartado que la joven sufriera estrés postraumático a raíz de lo sucedido, aunque sí un trastorno adaptativo por las dificultades para asimilar lo que vivió.
La psiteoterapeuta de la Fundación Vicki Bernadet, que trató a la mejor, ha explicado que la menor seguía sintiendo miedo “a que no la creyeran y a que no hubiera castigo para sus agresores”. Ates de la terapia, además, sufría crisis de ansiedad por el “temor a posibles coacciones y amenazas por parte de su entorno”. En especial, en el instituto, donde sus compañeros “le hacían el vacío”. Aunque mejoró durante las sesiones, volvió a recaer cuando supo las fechas en las que se celebraría el juicio.
Por su parte, los peritos han descrito la “vulnerabilidad” de la víctima. Según han relatado, la mejor les aseguró que había sufrido una violación múltiple en una fiesta, pero que lo sabía porque se lo habían contado sus amigos, ya que ella no se acordaba de nada. Posteriormente, fue recordando escenas puntuales.
Además, los informes sobre la exploración ginecológica de la joven no ha resultado concluyentes. La menor acudió a urgencias tres días después de la violación y no presentaba ninguna lesión vaginal. Eso sí, las médicas han precisado que seis penetraciones pueden no dejar rastro alguno.