El desprendimiento fue de tales dimensiones que los vecinos de Zaldivar sintieron el estruendo en sus casas. Al derrumbarse la escombrera, donde quedaron sepultados dos trabajadores, mientras el ruido estremecedor les metía el miedo en el cuerpo.
La tierra arrastrada provocó temblores de pánico entre los vecinos de los caseríos cercanos al vertedero de Zaldivar. Las luces empezaron a parpadear y se oyó como un estruendo enorme". Así lo cuenta una mujer que pasó mucho miedo sin imaginar qué podía estar ocurriendo.
El desprendimiento de este vertedero obstruyó el paso por la AP-8. Los más cercanos a la zona, señalan la escombrera. "Se ha desprendido todo desde aquí arriba" dejando al descubierto la amenaza del amianto, por lo que el miedo es doble, porque como saben "el amianto ya sabemos lo que trae".
"Lo hemos vivido con un poco de preocupación", aseguran ellos, que ya habían notado que por aquí bajaban muchas corrientes y especulan si esto ha provocado que " la tierra se haya ablandado". Otra opinión es que la escombrera estaba al límite, porque "se carga demasiado y claro -dice- no resiste y se viene abajo".
La avalancha cogió tanta fuerza que derribó cables eléctricos y levantó una montaña de cuatro metros de altura en mitad de la carretera interrumpiendo el tráfico. Hoy se ha reactivado la búsqueda de los dos trabajadores sepultados y se ha restablecido la circulación hacia Vizcaya, aunque el camino a Guipúzcoa por la AP-8 sigue obstaculizado y dos caseríos cercanos han sido desalojados-