Tras analizar la relación de 2.000 personas con sus respectivas suegras, llegaron a la conclusión que los que mantenían contacto frecuente tanto con su suegra como con su madre se benefician de dos fuentes de apoyo materno y por tanto repercute en la felicidad y bienestar con tu pareja.
Según afirma la Doctora Melissa Weinberg de la Universidad de Deakin esto "refleja la importancia de tener una unidad familiar" y que "las personas con una vida familiar equilibrada son más propensos al bienestar que los que ven a un lado de la familia más que al otro'. Si esto pasa, 'hay un resentimiento o incluso decepción por el socio no conectado que lleva al desequilibrio familiar".
Claro está que mantener una buena relación con la familia siempre es positivo para tu felicidad pero hay que hacer un esfuerzo por cultivar dicho nexo y evitar que los problemas conyugales deriven de una falta de amor maternal.