Imposible ver una película tranquilo: las salas de cine se llenan de distracciones
Las palomitas, las pizzas, todo tipo de comida y las bebidas, incluso alcohólicas, han tomado el espacio del cinéfilo
Las salas de cine han cambiado de modelo, hace años estaba prohibido hacer el más mínimo ruido. Ahora hasta suenan los móviles o sus mensajes se iluminan.
Antes, nada de comida en el interior, para eso estaban los cines de verano. Ahora, las palomitas, las pizzas, todo tipo de comida y las bebidas, incluso alcohólicas, han tomado el espacio del cinéfilo.
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Son muchos los estímulos para aquellos que solo quieren disfrutar de la película y estar concentrado en todos los detalles. Las bebidas, los susurros, las palomitas, el que llega tarde, los codazos o esa patadita que nunca falla en el respaldo.
Unos y otros coinciden en que las mayores molestias vienen de fuera: "Mientras las salas se esfuerzan por convertirse en espacios de lujo, con todo tipo de comodidades y servicios", para que nada ni nadie desvíe nuestra atención a otra película.