La comarca de Vega Baja del Segura fue una de las más damnificadas por la gota fría. Unos días después, todos los municipios intentan recuperar la normalidad, aunque muchos lo hacen sin casas, sin luz y sin comida.
Aún quedan 85 personas en albergues: 27 en Catral y 58 en Orihuela. Hubo quienes en lugar de hospedarse allí pidieron ayuda a sus vecinos, que ofrecían sus casas situadas en altura a los más afectados. Con los electrodomésticos reventados tampoco tienen mucho qué comer, y sus habitantes ofrecen bocadillos o sobres de sopa. En Orihuela, además, han puesto un Servicio de Atención Psicológica a Víctimas de la Catástrofe.
En Dolores, otro de los municipios más afectados, 150 usuarios siguen sin recuperar el suministro eléctrico. El Ayuntamiento quiere pedir la declaración de zona catastrófica y ha puesto un número de teléfono para atender incidencias, así como un número de cuenta para donativos.
Doce carreteras siguen cerradas por las consecuencias del agua, por corrimientos de tierra o por desprendimiento. En las que ya están abiertas, se pide circular con precaución.
Andar por las calles de esta comarca refleja la desolación de cada vivienda y de todos sus vecinos, que intentan eliminar el barro a la vez que la pesadilla que han vivido.