Mientras se empieza a producir la desescalada de la tercera ola, aún hay pacientes ingresados desde la primera. Dos de ellos son Javier y Vanesa, que se recuperan ahora ya en un hospital de media y larga estancia, el de La Fuenfría, en Madrid. Un centro con todos sus profesionales, fisioterapeutas, neuropsicólogos o terapeutas ocupacionales, centrados en su rehabilitación. Desde hace meses, este centro médico solo recibe a pacientes que han tenido covid.
Javier lleva un año peleando por recuperar su vida anterior. Fue el 18 de marzo de 2020 cuando ingresó en el hospital. Desde entonces, Javier no ha podido volver a su casa. La debilidad extrema por un ingreso tan largo le ha producido importantes secuelas conocidas como síndrome post UCI. Él mismo confiesa que mide casi dos metros, tiene 62 años y antes de ingresar pesaba casi 106 kilos. Ahora, casi un año después de haberse contagiado pesa menos de 60 kilos tras pasar cuatro meses en la UCI.
"Vienen con desnutrición, con problemas neurológicos, dificultad para caminar, para mantenerse en pie...", revela Juliana Castro, médico rehabilitadora del Hospital La Fuenfría de Madrid.
Por su parte, Vanessa tiene 29 años y ha avanzado mucho desde que llegó. "Cuando vine aquí no podía ni comer sola", cuenta la paciente. Ella se contagió en la residencia de ancianos en la que trabajaba de auxiliar. Tras 11 meses ingresada, dos de ellos en la UCI, Vanessa cuenta que su esperanza está volcada en su recuperación: "Quiero salir de esto. Mi hija y mi madre dependen de mí".
Con ayuda de la realidad virtual, Vanessa entrena la movilidad de sus manos. María José Cano, supervisora de rehabilitación del Hospital la Fuenfría de Madrid, explica que esta túnica intenta activar "mediante la observación engañando al cerebro ese movimiento de la mano que no se está produciendo". En este centro, todos sus profesionales llevan a cabo un gran reto: recuperar a los pacientes convalecientes de covid.
Otro ejemplo de recuperación es el de Jorge. Tiene 42 años y ha pasado más de 40 días en la UCI. Por su parte, Juana está mejor pero todavía respira con dificultad. Los pacientes escuchan a su fisioterapeuta pero están muy desorientados. "Igual que no son capaces de ponerse en pie ni de caminar... Pues igualmente, no son capaces ni de hablar, ni de tragar, ni de respirar con normalidad", declara Noelia Mosquera, médico rehabilitador del Hospital de La Princesa de Madrid.
Cuando despiertan tras la intubación, tienen que aprender a vivir. Por eso, el trabajo es multidisciplinar. Intensivistas y médicos rehabilitadores en la UCI del Hospital de La Princesa, en Madrid, trabajan conjuntamente para ayudar a recuperarse a los pacientes covid. El tratamiento empieza ya cuando están sedados porque la atención precoz mejora la supervivencia. Así intentan reducir la mortalidad y las secuelas devastadoras que está produciendo el covid.