En la sexta ola de covid se han contagiado casi cuatro millones de personas (3,8 millones de infecciones desde finales de octubre, cuando empezó a subir la incidencia). Muchas de ellas son personas menores de sesenta años que no se habían puesto la dosis de refuerzo antes de infectarse. Todos ellos, ¿deben vacunarse? ¿Se considera que con dos dosis y un contagio tienen la pauta completa?
En este asunto hay dos aspectos: el inmunológico y el administrativo. En el primero cada vez hay más voces autorizadas que desaconsejan inocular dosis de refuerzo sine die, o incluso a los contagiados en los últimos meses. El segundo tiene más matices: según el rango de edad o condición clínica se considera pauta completa de vacunación una, dos o tres dosis.
Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, explica que "desde el punto de vista inmunológico nosotros consideramos que la infección supone una dosis de refuerzo. Es una reinmunización e incluso más efectiva que una tercera dosis de vacuna, porque te proporciona lo que llamamos inmunidad híbrida. Por lo tanto consideramos que tu sistema inmunitario está ya reforzado con la infección. Otra cosa es la estrategia de salud pública, que sigue ofreciendo la tercera dosis a infectados en los últimos seis meses".
Fernando Moaga-Llop, vicepresidente de la Sociedad Española de Vacunología, coincide, y argumenta que "contagiarse equivale a una dosis de recuerdo de la vacuna. Incluso más, ya que la vacuna introduce una sola proteína antigénica de la covid, en cambio la infección supondría el contacto con el microorganismo y con todos los antígenos del mismo".
López Hoyos argumenta lo siguiente: "Con la vacuna, desde el punto de vista inmunitario, intentas producir memoria inmunológica induciendo anticuerpos de la respuesta humoral o de células B y células C. Según el estudio que está realizando el Instituto de Salud Carlos III, al dar el booster (la dosis de refuerzo) se inducen anticuerpos de forma muy rápida, y además esos anticuerpos están aumentando la capacidad neutralizante frente a ómicron. Pero si te infectas esa infección ya te estimula el refuerzo, es una tercera dosis natural y si te pones el refuerzo sería como una cuarta dosis".
Desde la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS) explican a NIUS que España, de forma interna, ha separado a la población diana de la vacuna covid en varios grupos:
"Estamos en ese momento en el que la pauta completa depende del grupo etario u otra condición clínica, porque está indicado que la protección de los más mayores y de las personas con algunas patologías o tratamientos cae a los X meses y necesitan ese refuerzo", añaden desde la SEMPSPGS.
Respecto a los que han pasado la covid recientemente, esta sociedad solamente valora que "poner la tercera dosis a las cuatro semanas de haber estado contagiado de covid es muy poco tiempo. Nos gustaría que se aumentara a cinco meses, porque la propia enfermedad ya ha supuesto un booster y se puede demorar la siguiente dosis".
Y el vacunólogo Moraga-Llop va más allá. La Estrategia de Vacunas del Ministerio recomienda inocular la dosis de refuerzo a las cuatro semanas del contagio, y el experto opina que es demasiado pronto: "Es innecesario". "Se decidió hacer esta recomendación a la población cuando empezaban a incrementarse los contagios de ómicron, pero se ha demostrado que la vacuna es poco efectiva para frenar la transmisión de esta variante. Sí hay que reconocer que la tercera dosis mejora mucho la protección frente a la hospitalización por ómicron: pasa del 64% al 88%. Por eso es correcto ponérsela a población vulnerable, pero los recién contagiados están ya protegidos de forma natural".
Es decir, desde la Sociedad de Medicina Preventiva y la de Vacunología sí recomiendan la tercera dosis para todo el mundo, pero en los contagiados proponen espaciarla de la infección entre tres y cinco meses.
El ministerio de Sanidad, adelantan a NIUS desde la SEMPSPGS, está trabajando en esa cuestión de cara a la caducidad de millones de certificados digitales de covid. El grueso de la población se vacunó entre mayo y agosto, así que están perdiendo vigencia los pasaportes covid que permiten viajar a otros países europeos.
El problema es que algunas naciones, como Francia, exigen tres dosis a todos los mayores de edad para acceder a determinadas actividades. Y sin embargo la legislación española no lo prevé así, y emite la documentación covid con dos dosis o una dosis y un contagio acreditado. De esta forma, ¿cómo puede acceder a determinados sitios en Francia un ciudadano español que en su país está considerado totalmente vacunado pero en el de destino no? Es el debate que afrontarán en las próximas semanas los estados miembro, y que debe tener una respuesta común.
"Si no se acompasan los requisitos de los países, puede que la movilidad de las personas se limite sin que los individuos puedan hacer nada por evitarlo. Por ejemplo: un estado emite el certificado digital con dos dosis (y de hecho no administra la tercera a un sector de la población) y otro estado exige tres pinchazos para acceder a su territorio. ¿Qué puede hacer la gente? Hay que resolverlo", reflexionan desde la SEMPSPGS.