El Grupo de Química Biológica de la Universidad de La Rioja (UR) ha desarrollado una vacuna terapéutica, ya probada en ratones y en una fase preclínica, capaz de estimular el sistema inmunitario y entrenarlo para destruir tumores cancerígenos, aunque se estima que su aplicación en humanos se demorará unos 15 años.
La investigación, cuyos resultados se han presentado este lunes en una rueda informativa "online", ha sido posible gracias a una beca predoctoral concedida por la Asociación Española Contra el Cáncer en La Rioja a la investigadora Iris Bermejo, quien ha desarrollado este avance científico bajo la dirección de Jesús Manuel Peregrina y Francisco Corzana, de este grupo de la UR.
El hallazgo que, de momento, ha tenido resultado en ratones, se basa en la modificación de un antígeno llamado Tn, que es un amionácido unido a un pequeño carbohidrato, que ha permitido diferenciar células sanas de las cancerosas en el 93 % de los tumores.
La investigación ha sido capaz de modificar este antígeno, presente en la superficie de algunas células tumorales, lo que ha permitido la elaboración una vacuna sintética que, aplicada en ratones, hace que el sistema inmunitario se active y genere una más cantidad de anticuerpos que podrían atacar a células tumorales.
Estos anticuerpos generados en animales, además, son capaces de reconocer células cancerosas humanas en cultivos celulares, lo que abre las puertas al desarrollo de una posible vacuna para ciertos tipos de tumores en personas que produzcan estos antígenos, ha detallado Bermejo.
La investigadora y los directores de esta tesis han destacado que, pasar de los resultados de laboratorio a conseguir un beneficio real de la sociedad, es un proceso largo, que se estima que podría culminar en 15 años hasta su aplicación clínica, que es el periodo medio en el que se desarrollan las vacunas hasta completar su fase final .
Sin embargo, creen que este avance abre las puertas a un tratamiento antitumoral en un grupo concreto de pacientes con características concretas en su tumor, en especial de páncreas, pulmón, colon y mama.
Además, este hallazgo, según los científicos, contribuye al conocimiento global necesario para ser base de futuras investigaciones más aplicadas.
Por ejemplo, en el caso de la covid-19, ha detallado Peregrina, "hemos asistido a un hecho histórico y los científicos han respondido, de una manera eficaz, al desarrollo de vacunas en tiempo récord".
Ello ha sido posible, ha precisado, "gracias a los años de investigación básica previa que había acerca de este tipo de vacunas".
En este caso, ha incidido, la vacuna actúa como un fármaco estimulando el sistema inmune, pero se diferencia de las vacunas preventivas, como puede ser la de la covid-19, la difteria o el tétanos, entre otras, en que no es preventiva.