Una de cada cinco gestantes sigue fumando durante el embarazo, según un estudio

  • El monóxido de carbono y la nicotina del humo de tabaco "dañan el suministro de oxígeno al feto"

  • Los expertos insisten en la concienciación en la sociedad sobre los múltiples riesgos

  • Tabaquismo: un hábito que ha ido variando su consumo y los lugares en los que está permitido fumar

Un análisis realizado en un total de 40.000 mujeres españolas por el Instituto de Salud Carlos III ha evidenciado, con relación al Día Mundial Sin Tabaco, que las embarazadas de nivel educativo más bajo mostraron una mayor proporción a fumar (32,9%) que las de nivel intermedio (21,2%) y superior (14,4%). Además, un 66 % de las gestantes mantuvo el consumo durante todo el embarazo y solo un 22 % dejó de fumar durante el primer trimestre.

Fumar, el hábito que sigue siendo la principal causa de los fallecimientos anuales con un registro de 56.000 muertes registradas en 2016 por la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), también ha externalizado esta práctica a las mujeres embarazadas que no dejan de encender cigarrillos ni durante el período gestante. Hábitos incomprensibles como el caso de Estefanía Juan Tello, que practica halterofilia y que sigue levantando pesas con 8 meses de embarazo.

El consumo del tabaco ha ido variando por períodos

Los resultados, que serán presentados en el próximo Congreso Nacional de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), confirman que la evolución del consumo de tabaco entre 1980 y 2016 en España se ha establecido en cuatro periodos diferenciados coincidiendo con la privación de fumar en espacios públicos y privados a raíz de la 'Ley Antitabaco de 2006' que lo impedía y que entró en vigor el 1 de enero de ese año.

En un principio y dado por la corriente de masas que lo realizaba, desde 1980 a 1989 se registró un incremento promedio anual del 1,6 %. A continuación, desde 1990 hasta 2001 se observa una estabilización en las mediciones. A raíz del cambio de siglo se inicia un descenso anual del 1,4 % hasta 2008 coincidiendo con el inicio de la crisis económica y, finalmente, surge una desaceleración posterior de esta disminución, reduciéndose solo un 0,2 % anual hasta 2016.

Proceso que sufre una mujer embarazada al aspirar la sustancia

Cuando una mujer fuma, el monóxido de carbono y la nicotina del humo de tabaco "pueden interferir con el suministro de oxígeno al feto". "Además, la nicotina cruza fácilmente la placenta y las concentraciones de nicotina en el feto pueden ser hasta un 15 por ciento más altas que los niveles maternos", confirman.

Además de estos efectos contrastados, el hábito de fumar puede repercutir en el origen de complicaciones durante el embarazo, la posibilidad de parto prematuro, un retraso en el crecimiento fetal y bajo peso al nacer (lo que repercute sobre la salud en la infancia), así como varios tipos de defectos congénitos graves asociados a discapacidad", continúan con la explicación.

Los expertos también señalan como una de las consecuencias de fumar durante el embarazo "el riesgo de sufrir abortos espontáneos y el síndrome de muerte súbita del lactante entre otros problemas de salud". "Incluso antes del embarazo, el tabaco es una exposición que debe evitarse porque puede afectar a la fertilidad de la pareja y a la formación de las células reproductivas", puntualizan.

Como medidas para concienciar a la sociedad del problema existente, los responsables del estudio preocupados ante los datos, apoyan la idea de que España incluya en la regulación 'antitabaco' nuevas medidas sanitarias "como el empaquetado genérico en las cajetillas de cigarrillos y otros productos de tabaco, así como la prohibición del consumo de tabaco en vehículos privados donde viajen menores".

Los responsables insisten en la concienciación 'real' de la sociedad

Iñaki Galán y Eva Bermejo, dos responsables del proyecto, han indicado que también es necesaria la colaboración de padres y demás miembros de la familia y comunidad para promover su propia salud y la de sus hijos, protegiéndolos de los daños causados por el tabaco incluso desde antes del embarazo. Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar. La prevención es responsabilidad de todas las personas y el tabaco es una exposición evitable, por lo que nadie debe perder la oportunidad de prevenir y favorecer un desarrollo saludable", han concluido.

La muestra del estudio, en el que han colaborado el Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC), el Instituto de Investigación de Enfermedades Raras (IIER) y el Centro Nacional de Epidemiología, está constituida por 40.934 mujeres embarazadas, madres de los controles participantes en el estudio ECEMC (recién nacidos sin defectos congénitos) registrados en dicho período en toda España.