El deporte más completo del mundo y uno de los más exigentes se ve tocado directamente por el confinamiento. ¿Cómo preparar una prueba que necesita natación, ciclismo y carrera a pie desde casa? Tirando de inventiva y buscando alternativas, los triatletas se buscan la vida para lograrlo.
Hay algunos como Cristobal Dios que tienen suerte y disponen de todo lo necesario en su casa. Lo más sencillo es la bici, con un simple rodillo se puede pedalear durante horas y horas en casa. Aunque para ello hay que luchar contra el aburrimiento y la monotonía que supone. Plataformas como Zwift o BKool permiten conectar estos aparatos a carreras interactivas, y tener a mano una televisión ayuda a entretenerse mientras se pedalea. A pesar de ello, muchos ciclistas fueron sancionados el primer fin de semana de encierro.
Sin embargo, donde este atleta ha tenido suerte es en su cinta de correr. A última hora y sobre la campana consiguió hacerse con una para mantener el ritmo de los 80 kilómetros semanales. Y es que Cristobal estaba preparando el Iron Man de Lanzarote, uno de los más duros y famosos de todo el calendario triatleta.
Todas estas pruebas comienzan con la natación. Salvo que se disponga de una piscina cubierta en casa, nadar estos días es difícil, pero Cristobal ha conseguido adaptar el pozo de regadío de la finca gallega de su abuela para que pueda nadar. Tras revestirlo de cemento y con una cuerda elástica, puede simular la natación y por lo menos, no perder la forma.
A pesar de ello, la mayoría de estos deportistas no cuentan con las tres disciplinas a mano. La mayoría están sobrecargando el entrenamiento en bicicleta ya que el rodillo es lo más accesible para todos. Otros, los que menos, corren en casa para no perder la forma de la carrera a pie. Aunque este entrenamiento está lleno de contraindicaciones.
Como el resto de las disciplinas deportivas, las fechas de las competiciones no están nada claras. EL verano concentra gran parte de la temporada de triatlón, que este año además contaba con la prueba de los JJOO de Tokyo como colofón. Una prueba en la que Mario Mola o Javier Gómez Noya querían luchar por el oro.