Un total de 404 pacientes con coronavirus permanecen ingresados en el hospital para emergencias de la Comunidad de Madrid, Hospital Enfermera Isabel Zendal, donde se prepara ya un tercer módulo. Allí trabajan más de 900 sanitarios, la mayoría, trasladados de manera forzosa desde otros hospitales, ya que el Zendal no cuenta con plantilla propia. Algunos siguen denunciando la situación y organización de ese centro, aunque el Gobierno regional mantiene que es todo una campaña de desprestigio. De momento, el hospital prepara su tercer pabellón ante la evolución de la tercera ola en Madrid.
“Es el mejor hospital de España en la lucha contra el covid19. Es el hospital mejor formado contra esta situación”, defendía la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Sus declaraciones contrastan con otras las de algunos de sus empleados. “Ha sido catastrófico, ósea catastrófico. Me han entrado ganas de llorar. Nos han mandado a un pabellón nuevo a cinco enfermeras y cinco auxiliares nuevas. Nos van a llegar pacientes y pacientes jodidos algunos con niveles mínimos de oxígeno, con cuarenta de fiebre. No teníamos ventimax, no teniamos reservorio, no teníamos medicación…Esto es un carro de parada con las pegatinas precintadas que como te pase algo”, expresaba una enfermera desbordada el pasado domingo.
“Los pacientes están cama con cama, no tienen un triste biombo, no tienen una triste cortina. No hay nada, no tienen intimidad”, decía.
La presidenta madrileña considera estas denuncias una campaña en su contra: “Sobre todo la campaña política que está soportando este hospital lo está empañando todo”.
El Zendal es el hospital que más pacientes covid atiende de toda la comunidad: 404 pacientes se encuentran en el hospital, 42 de ellos en la Unidad de Cuidados Intermedios y 10 de ellos, en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Para atenderles hay 973 sanitarios, solo 111 son voluntarios, el resto han sido trasladados de manera forzosa desde otros hospitales.
Es el caso de Alba, una técnico de farmacia de 23 años con poca experiencia laboral. Si renunciaba a venir aquí se quedaba sin contrato al menos durante un año. "A mí me daba miedo hablar. No sé qué represalias puede tener pero no tengo por qué tener miedo de decir la verdad sobre lo que está pasando. Todo el mundo tiene derecho a saber que esto no está equipado. Si querían abrir esto tienen que abrirlo bien, cuando sea posible atender a unos pacientes de forma digna. Es un caos. Tú cuando empiezas en un sitio, siempre hay alguien que te enseña. Aquí no, aquí vienes y estás solo. Tienes que enseñarte tú, tienes que buscarte la vida tú y si haces algo mal es tuyo", cuenta. Según dice, falta planificacion y recursos "porque es que si no no puedes actuar rápido, a ti el paciente se te va".
Mientras tanto, el Zendal se prepara para abrir un tercer pabellón con 352 camas más con, según aseguran desde la Comunidad, "las mejores condiciones de seguridad, habitalidad, ventilación para los pacientes".