Cuando hablamos de discapacidad es habitual pensar que se trata de alteraciones que afectan a un número reducido de personas. Nada más lejos de la realidad: se calcula que, en todo el mundo, más de mil millones de individuos presentan algún grado de minusvalía, lo que supone alrededor de un 15 por ciento de la población. Por eso es importante conocer de qué hablamos exactamente cuando hablamos de discapacidad, de qué forma se reconoce la discapacidad en España y a qué nos da derecho. Toma nota de los tipos de minusvalía o discapacidad en España y cómo solicitarla.
Tal y como explica Fundación Adecco, existen distintos tipos de discapacidad que pueden presentarse en distintos grados pero, de forma esquemática, podemos hablar de las siguientes categorías:
Por último, puede ocurrir que se presten distintos tipos de discapacidad en la misma persona, en cuyo caso hablaremos de pluridiscapacidad. Por ejemplo, es frecuente que aparezcan simultáneamente un déficit en el desarrollo psicomotriz y/o sensorial, así como otros problemas de salud. Además, "existen enfermedades, lesiones y dolencias que se pueden certificar como discapacidad, pero muchas veces dejamos de hacerlo por desconocimiento." Es el caso del asma o la diabetes.
En caso de discapacidad, existen ayudas y prestaciones a disposición de estas personas, en distinto grado y con diferencias en función del tipo de minusvalía y de su gravedad. Así, existen medidas de protección social como la pensión no contributiva por invalidez, la prestación familiar por hijo a cargo, orientación para ingreso en Centros...
También beneficios fiscales en el Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), Impuesto sobre sociedades (IS), Impuesto sobre sucesiones y donaciones, Impuesto sobre el valor añadido (IVA), Impuesto especial sobre determinados medios de trasporte (IEDMT), Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, Tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad, Bonotaxi, solicitud de ayudas públicas, reducciones en medios de transporte...
Por otro lado, existen ayudas y servicios para el colectivo de personas con discapacidad que se contemplen en los organismos competentes en materia de Servicios Sociales, ya sean autonómicos, municipales o estatales.
Para acceder a ellos, es necesario solicitar un certificado de discapacidad, que puede tramitarse personalmente o enviando la documentación necesaria por correo a cualquiera de las oficinas de registro establecidas por los Organos Gestores de las comunidades autónomas con competencia en la gestión, y Direcciones Provinciales del Imserso en el caso de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. También en los Servicios Centrales de esta Entidad Gestora de la Seguridad Social.
Para ello es necesario aportar documentación como el DNI del interesado, el impreso de solicitud debidamente cumplimentado, el DNI del representante legal (en su caso) y documento acreditativo de la representación legal, y todos los informes médicos y psicológicos que posea y donde consten las secuelas tras la aplicación de medidas terapéuticas.
Durante este procedimiento, que puede durar varios meses, se determinará el grado total de discapacidad del interesado: para su reconocimiento legal y la obtención de beneficios sociales y ventajas fiscales deberá ser igual o mayor al 33 por ciento.
Gracias a este trámite es posible acceder a los mecanismos de protección pública para este colectivo, en forma de beneficios, derechos económicos y servicios de organismos públicos. También el sector empresarial puede beneficiarse de la contratación de personas con algún tipo de discapacidad, ya que existen ventajas económicas asociadas a ello. Por ley, -en concreto, según la Ley General de los Derechos de las Personas con discapacidad y su inclusión social (LGD-), las empresas de más de 50 trabajadores tienen que incorporar un porcentaje de empleados con discapacidad no inferior al 2 por ciento.