Los españoles viven ya el séptimo día de confinamiento. El 14 de marzo, el Gobierno aprobó un real decreto en un Consejo de Ministros extraordinario a través del cual, entre otras medidas del estado de alarma, quedaba restringida la movilidad durante al menos 15 días. Sin embargo, solo dos días después de la vigencia del estado de alarma, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, deslizó que sería muy probable tener que prorrogarlo. Lo cierto es que el número de contagios no cesa, cada vez son más los muertos por la pandemia del coronavirus y los hospitales tienen las UCI llenas. Por eso, son muchos los que se preguntan cuánto se extenderá esta situación, que -según un estudio del Imperial College de Londres, colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- podría alargarse hasta 12 o 18 meses cuando se encuentre una vacuna.
Sobre si prolongar o no el estado de alarma, se prevé que el Gobierno no tome una decisión definitiva al respecto hasta la semana próxima, cuando disponga de los datos que le permitan valorar el impacto del confinamiento al que se ha sometido a la población española, según señalaron a Europa Press fuentes del Ejecutivo.
No obstante, indican que solo una mejora muy drástica en el número de afectados, lo que se considera improbable, podría llevar al Ejecutivo a cambiar de opinión. No obstante, con las cifras actuales ven prácticamente inevitable la solicitud de la prórroga al Congreso de los Diputados. Esta petición a la Cámara Baja para que amplíe el estado de alarma ha de ser por un periodo de tiempo concreto, sin perjuicio de que el Gobierno pueda volver a solicitar nuevas prórrogas en el futuro si lo considera necesario.
El Ejecutivo no tiene decidido aún por cuánto tiempo solicitará la nueva prórroga, si sería por otros 15 días, o por un periodo más largo o más corto. Todo dependerá, inciden las fuentes consultadas, del efecto que muestren las medidas impuestas hasta la fecha. Si empiezan a reflejar el impacto buscado, la prórroga podría limitarse a una semana más o se podría abrir un poco la mano en el nivel de las restricciones vigentes hasta el momento.
En este sentido, dentro del Gobierno ven difícil endurecer aún más el estado de alarma. Consideran que hay poco margen para ello, más allá de pasar a prohibir los desplazamientos para acudir al puesto de trabajo, lo que se permite en la actualidad.
De confirmarse la necesidad de prórroga, lo lógico sería que el Gobierno aprovechase el Pleno que hay convocado en el Congreso de los Diputados el día 25 para conseguir la preceptiva autorización para prorrogar el estado de alarma. De hecho, en el orden del día provisional de eso Pleno acordado por la Junta de Portavoces ya se ha previsto la eventualidad de añadir un nuevo punto con el debate y votación de la ampliación del estado de alarma, si así lo solicita el Gobierno, que antes tiene que aprobarlo en Consejo de Ministros.
La declaración del estado de alarma no precisa refrendo del Congreso, pero su prórroga sí, y en ese trámite los grupos parlamentarios pueden hacer propuestas para limitar o ampliar su alcance. Para el Pleno del día 25 está prevista la convalidación de los últimos decretos leyes aprobados por el Gobierno, que necesitan el aval de la Cámara Baja para seguir vigentes.
Desde el exterior, un informe realizado por el Imperial College de Londres, en el que se analizan las dos estrategias que se están llevando a cabo contra el coronavirus, apunta a que las medidas podrían prolongarse hasta 18 meses, para cuando exista una vacuna.
En el documento, que analiza específicamente los escenarios en el Reino Unido y los Estados Unidos, concluye que las políticas de mitigación -que combinan el aislamiento domiciliario de casos sospechosos, la cuarentena domiciliaria de quienes viven en el mismo hogar que gente posiblemente infectada y el distanciamiento social de ancianos y personas con un riesgo mayor de contraer enfermedades graves- "podrían reducir la demanda máxima de atención médica en dos tercios y las muertes a la mitad ".
Este equipo de expertos, liderado por el profesor Neil Ferguson y que asesora al Gobierno británico en la crisis sanitaria, indicó que incluso con las medidas de "distanciamiento social", recomendadas por las autoridades, el NHS "se verá saturado", por lo que aconsejó como la única "estrategia viable" seguir el modelo de supresión aplicado en China, donde se detectaron los primeros casos de Covid-19, y que implica el aislamiento de toda la sociedad.
Los científicos alertaron de que incluso la decisión de establecer controles más duros tiene riesgos al afirmar que si se relajan "la transmisión se recuperará rápidamente", por lo que advirtieron de que es posible que deban mantenerse vigentes hasta que haya una vacuna disponible, lo que podría tardar entre doce y dieciocho meses.