Esther López, la mujer de 35 años hallada muerta en el municipio Vallisoletano de Traspinedo hace ya una semana, tendría planes de "formar una familia" e irse a vivir junto a un hombre, según reveló en exclusiva al programa de Cuatro 'En el punto de mira' su pareja sentimental. Este, que reconoció no haber causado "la mejor de las impresiones" en el círculo cercano de la joven, dijo que tenían la intención de "alejarnos de toda la gente".
El programa, que investigó a varias personas del entorno de la joven para tratar de ayudar a esclarecer el caso, logró en exclusiva el testimonio de la pareja sentimental de Esther López horas antes del hallazgo del cadáver en Traspinedo.
Esta persona pidió al programa que no se revelase su identidad, pero dio muestras de la relación que mantenía con la joven enseñando su última conversación con ella. Su relación, relató, comenzó con "una amistad cuando ella era muy jovencita, pero mayor de edad" y acabó convirtiéndose en una unión en la que sentían "que aunque pasen los años y otras personas, la conexión era la de siempre".
De hecho, afirmó, tuvieron una relación de un año y medio, después se separarón y, en el momento de la desaparición, dijo, estaban juntos y entre sus planes estaría "formar una familia" e irse a vivir juntos "para alejarnos de toda la gente".
Esta persona, cuya última conversación con Esther López está en manos de la Guardia Civil, ya ha sido interrogada dos veces, admitía. Y, sus sospechas se dirigen hacia las últimas personas que vio Esther López, los amigos que la dejaron en mitad de la carretera.
Los dos amigos de Esther que están siendo investigados fueron los últimos en verla con vida la noche de su desaparición. A uno de ellos, Carlos, le dejaron en el restaurante La Maña: su versión la corroboran las cámaras de seguridad y sus dos hijos, que estaban en casa. A las 03:30, el otro investigado, Óscar, la dejó en la urbanización El Romeral, según su testimonio, a unos dos kilómetros de donde apareció el cadáver. Sin embargo, este sospechoso ha dado tres versiones diferentes, no fue a trabajar al día siguiente y no participó en las batidas en busca de Esther. Ambos están en libertad.
No obstante, todas las hipótesis continúan abiertas. Tras los primeros resultados de la autopsia, la Guardia Civil volvió al escenario de la localización para realizar pruebas complementarias. Además, analizan las cámaras de tráfico y acotan modelos de coche que pasaron por la zona. Aún no se ha determinado la hora de la muerte pero tuvo que ser entre las 5:40, cuando llamó a su madre y las 6 y 10 cuando ya no respondió. Se sigue analizando su teléfono, que apareció junto al cadáver, y que ayudará a descartar o confirmar la participación de los implicados. Lo que tienen claro es que el cadáver siempre estuvo a la intemperie.
Los cuatro forenses que trabajan en la autopsia han descubierto, a través del TAC, traumatismos en abdomen y costado y una hemorragia interna. Pero habrá que esperar a los análisis toxicológicos para aclarar si esas lesiones las produjo una caída fortuita, un golpe o un empujón, es decir, si estamos ante un accidente o ante homicidio. Mientras los investigadores continúan atando cabos, el pueblo sigue sin poder pasar página. Aún no hay respuestas para todos los enigmas que rodean la muerte de Esther.