Los detalles del prototipo de esta nueva prueba, que todavía necesita ser sometida a estudios más amplios, han sido publicados en la revista 'Nature Nanotechnology' y sus autores aseguran que también puede servir para detectar el cáncer de próstata.
La tecnología está basada en sensores visuales que detectan un biomarcador del virus VIH llamado p24 en muestras de sangre. Los sensores analizan el suero sanguíneo, un componente de la sangre que es un fluido claro, colocado en un recipiente desechable para detectar la presencia del p24.
Si el p24 está presente provoca cambios en una reacción química específica que a su vez cambia el color del fluido. Así, si el resultado final es azul significa que el marcador está presente y si es rojo está ausente.
Además, puede ser configurada para detectar las huellas individuales de una enfermedad o virus, como por ejemplo una proteína que se encuentra en la superficie del VIH.
"Los resultados pueden detectarse a simple vista", según ha explicado a la BBC la investigadora Molly Stevens, una de las autoras del test, que reconoce que "este método debe ser utilizado cuando la presencia de la molécula clave a concentraciones ultrabajas puede mejorar el diagnóstico de una enfermedad".
En este sentido, ha reconocido que es "importante detectar algunas moléculas a concentraciones ultrabajas para probar la recurrencia de cáncer después de la extracción de un tumor".
"También puede ayudar con el diagnóstico de pacientes contagiados con VIH cuya carga viral es demasiado baja para que pueda detectarse con los métodos actuales", ha añadido.
Detección del cáncer de prótasta
De hecho, los investigadores explican que el método logró detectar concentraciones bajas del Antígeno Prostático Específico (PSA), que puede ser un indicador temprano de cáncer de próstata.
Las pruebas preliminares, dicen los investigadores, han demostrado la presencia de marcadores de VIH y cáncer de próstata pueden ser detectados. Sin embargo, es necesario llevar a cabo ensayos a escala mucho más amplia antes de que el análisis puede usarse en la clínica.
Los científicos esperan que el diseño tenga un coste 10 veces más bajo que las actuales pruebas de VIH, de ahí que se estén planteando trabajar con organizaciones globales de salud para producir y distribuir este nuevo sensor en países de bajos ingresos.
"La administración de esta prueba puede ser significativamente más barata que la actual", ha explicado a la BBC el doctor Roberto de la Rica, otro de los autores del estudio, quien considera que "podría sentar las bases para un uso mucho más amplio de análisis de VIH en las regiones más pobres del mundo", ha concluido.