Los ojos del terror Bangaly, rescatado por Open Arms: con seis años casi muere ahogado y ha perdido a su madre

  • El pequeño Bangaly de 6 años pudo sobrevivir, pero su madre murió ahogada

  • Bangaly ya sabe lo que es la muerte, con cadáveres apilados en la playa ante él

  • Los gritos de una madre tras perder a su bebé resuenan aún

Al mismo tiempo que nuestros ojos están centrados en la pandemia del coronavirus, en el Mediterráneo cientos de personas mueren ahogadas intentando llegar a Europa soñando con un futuro. La OIM estima que al menos 527 personas han perdido la vida en el Mediterráneo central intentando alcanzar las costas del sur de Europa. El ministerio del Interior italiano cifra en casi 31.000 los migrantes y refugiados que han llegado a Italia en lo que va de año, tres veces más que en el mismo periodo de 2019.

Las aguas no distinguen entre adultos, niños o bebés y cada vez se van sumando más fallecidos sin nombre, sin que parezca importar a nadie, mientras las arcas de las mafias sin escrúpulos que organizan las rutas se van llenando de dinero.

La labor que realizan algunas ONG como ‘Open Arms’ es de las pocas esperanzas que tienen aquellos que se embarcan durante días en precarias lanchas abarrotadas de gentes, con escasa agua y comida, y con la moneda tirada al aire esperando a que caiga para ver si les ha tocado morir o vivir.

Entre estos recientes rescates realizados por el barco de ‘Open Arms’ y del que han difundido las terribles imágenes, se encuentra el salvamento de unos 100 inmigrantes y refugiados en aguas del Mediterráneo central, donde varios de ellos murieron, entre los que se encontraba el bebé Joseph, de seis meses de edad.

En el vídeo difundido se ve a la madre gritar y pedir auxilio porque su bebé estaba perdido en el agua, una escena desgarradora que debería sacar los colores a las instituciones europeas.

Pero detrás de cada uno de ellos hay una historia, en la misma escena y en un segundo plano se puede ver a un niño que es rescatado y puesto a salvo en la lancha. El niño aturdido y con el terror en el cuerpo de lo que había vivido y estaba viendo a su alrededor está inmóvil mientras vomita todo el agua que su pequeño estómago ha tragado. "Estábamos en el bote y de repente empezó a entrar agua. Tragué mucha agua", confiesa el pequeño.

Minutos antes del naufragio, el pequeño Bangaly de 6 años es fotografiado sobre la embarcación que se rompería por la mitad debido al exceso de peso. Unos ojos llenos de vida y miedo.

Pero aunque el pequeño finalmente sobrevivió y pudo ser llevado a puerto, su madre no corrió el mismo destino y murió ahogada junto a otros rostros que nadie sabe quiénes eran, únicamente sus familias que siguen esperando una llamada para decir que todo salió bien. Al menos dentro del barco se pueden ver aún gestos de humanidad y de normalidad. Con gestos de cariño e incluso partidas de carta.

La ONG 'Open Arms' se dirige a Trapani (Sicilia) con 259 personas a bordo rescatadas en el Mediterráneo en tres operaciones llevadas a cabo en los últimos días aunque, según han confirmado fuentes de la ONG. Las autoridades italianas aún no les han comunicado oficialmente que desembarcarán en el puerto. En el camino nadie olvidará el bebé perdido ni los ojos de Bangaly.