Teresa de 29 años ha vencido todas las barreras, con una prótesis en una pierna y una malformación de nacimiento consiguió las mejores notas en su carrera y en las prácticas. Sin embargo, un tribunal de Granada la ha declarado no apta para enseñar a niños menores de cinco años, aunque podrá enseñar a estudiantes de más edad. La joven polemiza sobre esta decisión que le impide su desarrollo profesional.