El informe elaborado por el Centro Reina Sofía y la Fad sobre las actitudes ante las relaciones de pareja demuestra que los pensamientos machistas entre los jóvenes de 15 a 29 años no remiten sino que aumentan. En plena ola de manadas, de agresiones, de muerte por violencia de género, de una ola feminista que sí empieza a ser valorada por todos, el machismo larvado no cesa.
Se percibe en algunos parámetros. En cuanto a los celos, un 25% de los chicos siguen considerando que es una prueba de amor, frente a un 23,8% del pasado año. En cuanto a ellas, un 13,8% lo siguen pensando. Un 21,4% de los chicos considera que ellas deben esforzarse en hacer lo que le gusta a la pareja. Lo piensa el 11,1% de las chicas opina igual.
El 16,5% de los chicos considera que es lícito mirar el móvil de la pareja si uno piensa que le engaña, subiendo frente al 14,5% del año pasado. Y un 14,9% aún piensa que ella debe ponerse la ropa que le diga el chico.
Los jóvenes españoles también opinan sobre la presencia de cambiadores de pañales en el baño de las mujeres, algo que ven intolerable el 22,5% de las chicas y el 17,1% de los chicos, según los resultados de este estudio. Asimismo, la importancia otorgada al ítem "estando en grupo, que se tenga más en cuenta la opinión de los hombres" ha descendido entre las mujeres (32,5% en 2017 frente al 20% en 2019), mientras que ha aumentado en los hombres (14,1% frente al 20,4%).
Cierto que todos estos aspectos disminuyen en cuenta a la opinión de ellas, pero sigue siendo especialmente llamativo que las pautas de control sigan aumentando entre los más jóvenes. El porcentaje de hombres que considera que los piropos no son aceptables cae. El número de jóvenes que considera que el hecho de que las madres trabajen afecta a la vida familiar ha aumentado llegando al 49%. El 32,6% de los chicos y el 22,5% de las chicas considera que las mujeres deberían tener como objetivo vital tener hijos y dedicarse al hogar. Siete de cada diez mujeres no se plantea un futuro sin hijos.
Ellas siguen dejando claro que sufren discriminación de género en espacios públicos (52%), en el trabajo (43%), en tiendas /33%), redes sociales (31%) y la propia familia (29%), mientras que ellos creen que la policía es la que más los discrimina. Ellas se quejan más de la discriminación salarial (61,6%), acceso a puestos de responsabilidad (56,2%) y el trato en las redes sociales (53,7%).
Sobre las profesiones, la mayoría creen que las orientaciones laborales no deben estar focalizadas por género --como ya ocurría en el estudio de 2017--, pero en 2019 persisten algunos estereotipos respecto a profesiones concretas. Así, el 32,4% de los chicos y el 31,5% de las chicas ven el ámbito asistencial-sanitario más apropiado para las mujeres, y las ingenierías para hombres. Lo piensa el 33,8% de los chicos y el 30,3% de las chicas.
El informe muestra que tener pareja o novio/a es importante (mucho/bastante) para el 48,9% de los chicos y para el 42,6% de las chicas, mientras que hace dos años lo aseguraba el 48,8% de las chicas y el 51,3% de los chicos. Además, el 70% de mujeres y el 66% de hombres imaginan un futuro con hijos. Sobre el reparto de tareas en el hogar, el informe destaca que predomina la opinión de que las tareas del hogar se realizan de forma igualitaria por hombres y por mujeres, aunque un 43% de chicas y un 30% de chicos sostienen que estas tareas recaen fundamentalmente en las mujeres dentro del hogar familiar.
Las mujeres declaran sentir más presión que los hombres en todos los ámbitos, excepto en "tener éxito para ligar" y "éxito en las redes sociales". La mayor presión se percibe en el éxito laboral y académico (56% de las chicas lo declaran frente al 46% de los chicos), seguido de "no defraudar a otras personas". Entre estas menciones, se hallan también mayoritariamente a mujeres (53%) que a hombres (41%).
Por otro lado, se mantienen imágenes tradicionales sobre la feminidad y la masculinidad, de forma que ellas se las considera más "trabajadoras y estudiosas", "inteligentes" y "responsables y prudentes" y a ellos más "dinámicos y activos" y "trabajadores y estudiosos". Finalmente, el informe indica que, en general, las jóvenes se muestran más flexibles y transgreden más los roles tradicionales de género que los hombres.